La tarde del 24, previa Navidad...

Y ya se fue Navidad. Para nosotros fue una Navidad mucho más tranquila que años anteriores. Al final, cenamos en mi casa, y solo con mi suegro, los hermanos de mi marido este año pasaron la Noche Buena con mi suegra. Los niños se durmieron cerca de las diez y media de la noche, mi hija se demoro un poco más, pues estaba muy ansiosa de que llegara la mañana para abrir sus regalos.

La mañana del 25, se levantaron y vieron sus lindas bicicletas y otros regalitos en el árbol de Pascua. Estaban felices, en especial mi hijo, por fin tenia una bicicleta igual que su hermana. Claro que, como suele suceder a veces, nos acompaño la Ley de Murphy, pues la bicicleta estaba pinchadisima, así que no ha podido usarla hasta que la repararemos.

Pero antes de que todo esto sucediera, durante la tarde del 24 fuimos con mi marido e hijos a dejar los regalos de la carta que habíamos elegido, como cada año, en el correo. La carta la escribía una niña de 10 años que pedía unos patines y para su hermanito de casi cuatro años un juguete del hombre araña y un robot.

No es fácil elegir la carta adecuada, me paso mas de tres horas leyendo cartas, muchas veces he vuelto al otro día a seguir leyendo, al no encontrar la adecuada. Se preguntaran qué busco o cual sería la carta perfecta, son tres los puntos más relevantes que tomo en consideración y por eso las horas que le dedico.

- La carta debe estar escrita por un niño, muchas las escriben los papás, que además denota la influencia de un padre al pedir los regalos. Por eso elijo la que este escrita por niños de mas de 8 o 9 años. Hay cartas que escriben niños de uno o dos años, pidiendo regalos carisimos, esas cartas obvio que no las escribe un niño.

- Muchas de las cartas que leo piden consolas de video juegos (Wii, X-Box, Play Station, etc), celulares touch con marcas incluidas, plasmas o bicicletas. Elijo aquella que no pida regalos demasiado ostentosos. O bien que estén al alcance nuestro, he leído cartas en que niños piden una cama para dormir con sus 3 hermanos, pues duermen en una colchoneta u otros que piden una cocina para mamá.

- Me fijo mucho en la dirección, la busco incluso en google map, y vemos cual es el nivel socioeconomico del sector, bueno, en realidad esta parte la hace mi marido. Se ha sabido de algunos fraudes en que personas que no necesitan ayuda y pueden comprar regalos han mandado cartas.

Hasta el momento y de los cuatro años que llevamos haciendo esto para navidad, nunca hemos errado en escojer la carta. Siempre nos hemos ido, después de entregar los regalos, felices de ver brillar los ojitos de esos niños y sus padres, al recibir un regalo que no esperaban para navidad. Eso y una sonrisa de agradecimiento nos deja más que felices.

Este año no fue distinto, mis hijos también quedaron felices al entregar ellos los regalos, sí, nos quedamos con el corazón recogido e impotente, pues en esa casa (que supimos ahí que era la de la abuela) ademas de los dos hermanitos de la carta, vivian con tres de sus primos, para quienes lamentablemente no teniamos regalos.

Lo importante es que para estos hermanitos el Viejito Pascuero si les mando el regalo que ellos querían y pasaron una linda navidad. También mis hijos están aprendendiendo desde pequeños, que en estas fechas, entregar un regalo te puede hacer tan feliz como el recibir y puedan darse cuenta que existen niños que tienen menos que el resto.

Para nosotros como padres, el poder incurcale a nuestros hijos estas enseñanzas y valores, además de criarlos NO alejados de la realidad, y como dicen por ahí, esto No Tiene Precio.