Ultimos días de clases

Oficialmente mamá y los niños de esta casa estamos de vacaciones, el miércoles pasado, mi hija tuvo su ultimo día de clases, por lo que ya nadie, excepto papá, debe levantarse temprano, ni correr por llegar a la hora. Claro que eso no significa que uno duerma hasta más tarde, mi hijo sigue despertando temprano pidiendo su leche, pero al menos mi hija logra dormir hasta más tarde.

En su ultimo día, mi hija participo de la Fiesta Navideña de la Pre básica de su colegio, los niños disfrutaron de una rica colación compartida, helados y golosinas. Pero lo más emocionante de la fiesta fue la llegada del Viejito Pascuero que les dio un lindo mensaje del sentido de la Navidad y le entrego un regalo sencillo a cada niño.

Ya la semana anterior las Misses habían explicado a los niños que lo más lindo de la Navidad es compartir, y que el Viejito Pascuero no puede repartir regalos a todos, por lo que cada niñ@ se convertiría en ayudante del Viejito y traería un regalo para que este lo entregará (a un Jardín Infantil de escasos recursos, que el colegio apadrina). Este regalo no debía ser un regalo comprado, sino algún juguete de la casa, que estuviera en excelente estado (sin manchas, ni roto) y que el niñ@ eligiera y quisiera regalar.

Esta forma de celebrar la navidad en el colegio, me encanto, pues refuerza lo que yo trato de inculcarles a mis hijos en esta fecha, la importancia de dar antes de recibir. Esa mañana mi hija partió feliz al colegio con el juguete que eligió, y también llevo otro juguete de regalo, en nombre de su hermanito. Por eso: 10 puntos buenos para el colegio.

Si bien ese miércoles fue su último día oficial en el colegio, aun faltaba una actividad escolar para dar por terminado el año, la Presentación de Ballet. Que se llevaría a cabo durante la graduación de los niños del Kínder, o sea, nuevamente sería frente a muchos invitados y en un escenario grande, como sucedió con su presentación de Hannah Montana.

Esta vez, no hubo dudas ni temores de participar en el baile, estaba muy entusiasmada y feliz. La presentación salió muy linda y mi hija se veía preciosa con su tutu de mariposita amarilla, y estuvo todo su fans club oficial (nuestra familia) apoyando y aplaudiéndola, pues mi hija días antes se dedico a llamar por teléfono a mis hermanos y mis padres para que no olvidaran ir a verla.

Así fueron sus últimos días de clases, bien ajetreados pero a la vez bien entretenidos. Ahora solo queda disfrutar de estos dos meses y medio de vacaciones, a ver cómo me las arreglo para entretenerla y evitar escuchar esa agradable frase: “estoy aburrida” varias veces al día.