30 de abril de 2011

"Me gustan estos"

Hace un tiempo que mi hija, cuando salimos de compras, opina sobre el vestuario que se le esta comprando, si le gusta el color o los dibujos que tiene, por ejemplo. Generalmente, presto atención a sus gustos, por supuesto dentro de ciertos parámetros.

Así tambien,  últimamente he notado cierta “preferencia” por comprarse zapatos y en especial de su color favorito, el morado.

El mes pasado andábamos de compras y entramos a una tienda (que me encanta) mientras hacia la fila para pagar, llego a mi lado con un par de zapatos morados, eran muy lindos, y me dice que le encantaban, que se los quería comprar. Nos miramos con mi marido, el se encogió de hombros (eso significa que me deja la decisión a mí). Tomé los zapatos y le dije: “claro” (después de ver el precio, obvio…), “pero hay que ver si hay de tu talla”.

Con mi marido fueron a buscar unos de su talla, pero no había, al ver lo desilusionaba que volvía a mi lado, le dije que podíamos regresar  la próxima semana para ver si habían llegado de su talla. Me respondió: “bueno, pero es que me encantaban y además  son de mi color favorito”.

Hace un par de días, entramos a la misma tienda, pues tenía que comprar un par de regalos, y mi hija se acordó de los zapatos (la verdad, yo ya lo había olvidado). Los buscamos, pero ya no había de ese modelo.

Ella por supuesto empezó a ver todos los zapatos, hasta que encontró unos similares y también de color morado. Me los mostro y me dice: “mami, me encantan, estos me los quiero comprar, por fis, y son morados!!”.

Se los pedí, y al ver el precio, casi me desmaye. Eran demasiado caros y no estaba dispuesta a gastar semejante dinero en unos zapatos, que a mi gusto no eran tan lindos como los otros, además encontré la suela demasiado dura y poco flexibles, en comparación con otros.

Le dije que mejor eligiera otros zapatos, pues esos le iban a molestar, y empecé a mostrarle otros modelos. Pero no, ella obstinada con esos zapatos, se sentó en el suelo y comenzó a  medirlos  con sus zapatillas, para ver si eran su talla jaja.  “Solo quiero estos”, me decía.

Yo tratando de ocupar toda la psicología y paciencia posible (la  poca, por no decir, la casi nada que tengo) explicándole que esos zapatos no le combinarían mucho con la ropa, que eran duros, que le molestarían los pies, que habían otros más lindos, incluso le dije que si quería, podría venir con el papá a comprarlos después.

Luego de un rato, en que estuvo al borde de las lágrimas y pataleta, logre convencerla de ver otros zapatos, con tan mala suerte, que los que elegía, no había de su talla. Al final, después de pedirle al vendedor muchos modelos, encontramos un par de su talla. Con la casualidad que eran los primeros que le ofrecí, o sea, los que más me gustaban a mí y los que menos le gustaban a ella. Ni que me hubiera confabulado con el vendedor, jeje.

Se lo probo, y le encantaron, “quiero estos” me dijo. Y como olvidando todo lo anterior, y los otros zapatos, salió feliz de la tienda llevando la bolsa con sus nuevos zapatos.

Me pregunto de donde habrá sacado esa obsesión por los zapatos, pues yo con suerte me compro dos pares al año. Lo que si tengo más que claro, y se lo dije a ella, que solo compraremos zapatos cuando los necesite y no cada vez que salgamos.

Porque no me gusta nada la idea de tener una Carrie chica (de Sex and the City) en casa.

21 de abril de 2011

Palabras desafortunadas

Cuando comencé a escribir este blog, lo hice sin ninguna aspiración, solo el desahogarme de las muchas de frustraciones, alegrías, felicidades y penas, que trae consigo la maternidad y crianza de los hijos. La verdad, es que escribía para mi, pero al pasar el tiempo empecé a ser leída por mas personas y hoy tengo lectores y lectoras fieles (gracias a todos!!), con los que comparto muchas similitudes y también muchas diferencias, por lo mismo, hay quienes comparten mi forma de ver la maternidad y otras no, y es lógico que no todos pensemos lo mismo.

Jamás me he jactado de ser una madre modelo o perfecta, por el contrario, creo que estoy muy lejos de serlo. La paciencia no es mi virtud, a veces grito y castigo a mis hijos, muchas veces me aburre jugar con ellos, otras veces me tienen al borde de la locura, otros me encantaría que estuvieran calladitos todo el día y soy una madre que les pone limites, entre otras miles de cosas, que me hacen ser una madre Imperfecta. 

Aún así, AMO a mis hijos, y no podría imaginar mi vida sin alguno de los DOS. Los amo por igual, aunque ambos sean tan distintos, mi amor no tiene distinción. Si llegara a faltarme cualquiera de los dos, mi vidas estaría vacía e incompleta. Ambos son una parte de mi, por los que daría mi vida y alma. Son el mejor regalo que me ha dado la vida (y mi marido, no le restemos meritos, jeje).

A lo que voy con toda esta introducción, es que anoche leí un articulo (nuevamente en el suplemento Tendencias, de La Tercera, al final de esta entrada les dejo el enlace para que ustedes lo lean) sobre una madre bloguera que ha causado bastante controversia en Estados Unidos, pues en su columna, en el blog de Babble.com, confeso que quería más a un hijo que el otro. Lo que más me impacto fue lo que escribió sobre que haría si tuviera que elegir a alguno de los dos. 

No soy quien para criticar lo que piensen o sientan los demás, pero creo que hay palabras (y pensamientos) desafortunadas, que muchas veces es mejor callar (o en este caso NO escribir). Pienso en su hija y como se sentiría si algún día llegara a leer eso.

Lo dejo para su lectura y como siempre espero sus comentarios u opiniones.


Para leer el Articulo de Tendencias, pinche aquí

Para leer el Blog original (en ingles) pinche aquí

20 de abril de 2011

Una familia sin peleas

Una familia sin peleas es todo lo que deseamos cuando somos padres, pero claro, eso es casi imposible. El fin de semana mientras hojeaba el periódico, di con este articulo que habla sobre una encuesta británica, que según ellos, dieron con la formula de la felicidad familiar y que tendría directa relación con el numero y la combinación ideal de hijos.

Les dejo el articulo, para que lo lean y luego dejen sus comentarios. A ver que opinan, o bien cual es en el caso de su propio grupo familiar. En mi caso, yo estoy feliz con mis hijos, y creo sinceramente que la combinación ideal no existe, así como tampoco podemos evitar peleas o disgustos. La felicidad familiar depende solo de nosotros y de como vemos y criamos a nuestros hijos.


¿Quiere una familia sin peleas? Tenga dos hijas

"Todo el mundo, incluyendo amigos y familiares, esperaba que después del nacimiento de Amanda (6) viniera el niñito", dice Marcelo (40). Pero los cromosomas se aliaron tal como la primera vez y nació Matilde (2). Hoy Marcelo lo agradece. "No son agresivas como los hombres. Se entretienen mucho jugando con muñecas. Y cuando están separadas, es mucho más difícil mantenerlas entretenidas y se echan de menos", detalla.

Su testimonio no es casual. Un estudio británico refrendó que dos hijas son la combinación perfecta para la felicidad paternal: ni menos, ni más. De hecho, un poco más, cuatro hijas, según el mismo trabajo, son la peor combinación.

La encuesta -que abarcó a 2.116 padres con hijos menores de 16 años- mostró que los padres de dos niñas tienen los más altos índices de felicidad. ¿Por qué? Según el estudio, porque rara vez molestan, hacen poco ruido, ayudan en la casa, pelean poco, es fácil razonar con ellas, se complementan muy bien, no se ignoran y se disfrutan mutuamente. "A menudo asumimos que las niñas se comportan como ángeles y la encuesta parece confirmar esta creencia", dice a La Tercera Faye Mingo, portavoz de Bounty.com, sitio británico especializado en guaguas, que patrocinó el sondeo en que los padres debían clasificar el comportamiento de sus hijos sobre la base de una serie de categorías, como facilidad de atención, compatibilidad y comportamiento general.

La encuesta tiene un antecedente. Un estudio de 2009, de la U. de Ulster (Gran Bretaña), postuló que las familias compuestas sólo por hijas producen grupos más abiertos y dispuestos a discutir sentimientos. "Las niñas generan una comunicación más abierta en torno a las emociones, que es muy positiva en momentos de dificultad. Esta apertura puede conducir a un conflicto en el corto plazo, pero por lo general se traduce en una resolución más sana y en un mayor sentido de cohesión familiar", dice Tony Cassidy a La Tercera, autor del estudio, quien agrega que las familias que sólo tienen hijos "parecen generar el efecto contrario".

El 46% de los chilenos reconoce que dos hijos son la cifra ideal (contra un 34% que opinaba lo mismo en 1990), según el Observatorio de Tendencias Sociales de la U. Andrés Bello (el promedio de hijos es de 2,26, según el Censo de 2002). Y esta dualidad se hace perfecta si se logra la "parejita", pero la investigación británica desnudó que esta mezcla sólo es la segunda mejor combinación. ¿Por qué? 

Porque si bien se muestran unidos durante su niñez, y controlan sus peleas, la diferencia de género tarde o temprano se va haciendo notoria, generando una separación natural de preferencias. Una investigación de la U. Estatal de Pensilvania (EE.UU.), de 2006, dice que la peor relación entre hermanos se da precisamente entre un niño y una niña, cuando el primero tiene 13 años y la segunda, 10, "porque es la primera vez que una familia experimenta la transición a la adolescencia de uno de sus hijos, una época de profunda reorganización y renegociación en su interior. Esta transición del primogénito tiene más implicaciones para los demás hermanos y el clímax de los conflictos se da precisamente cuando el primero tiene 13 y la segunda, 10", dice a La Tercera Susan McHale, una de las autoras del estudio.

La peor combinación

Así las cosas, la lógica indicaba que a más varones, más problemas, pero los investigadores constataron que la sumatoria de hombres no generaba mayores conflictos. Todo lo contrario a la sumatoria de hijas. Según la investigación, uno de cada cuatro padres que tenían cuatro hijas reconocía no estar feliz con la cantidad, entre otras cosas, porque era testigo de un promedio de cuatro peleas diarias y uno de cada tres aseguraba que era difícil adaptarse a este número de niñas.

El estudio analizó familias con 12 diferentes combinaciones de niños, con un mínimo de dos y un máximo de cuatro. A pesar de que la combinación niño-niña no resultó la ideal, al menos fue segunda.

Pero las peleas entre hermanos no son todo lo malo que aparentan. Una investigación de la U. de Cambridge (Gran Bretaña), que analizó el desarrollo cognitivo y social de niños entre dos y seis años, dice que la rivalidad entre hermanos puede tener un efecto positivo en su desarrollo porque mejora su capacidad para establecer relaciones sociales. Según el estudio, esta rivalidad hace que los niños mejoren con los años la comprensión social de su entorno, siempre y cuando los padres intervengan en el conflicto, para generar un diálogo constructivo y producir lo que llaman "andamio emocional", que permite sostener y entender que existen distintos puntos de vista.



19 de abril de 2011

HOP, Rebelde sin Pascua

El sábado asistimos con mi hija al Avant Premiere de esta nueva película infantil, cortesía de Revista Carrusel (mil gracias!).

HOP cuenta la historia del heredero del famoso conejo de pascua, E.B. quien se niega a asumir su rol en el negocio familiar, pues su sueño es ser un famoso baterista. Así huye a Hollywood, donde conoce a Fred, un humano bastante inmaduro e irresponsable. Juntos vivirán una serie de aventuras, con la que aprenderán a madurar y encontrar su destino, todo esto mientras son perseguidos por un trio de conejitas ninjas.

A mi hija le gusto mucho, aunque en algún momento (casi al final) estuvo aburrida, vio la película hasta su termino. Personalmente creo que la película no es para llevar niños menores de 4 años, hay demasiado dialogo y situaciones de adultos, que ellos no entenderán. Por otro lado, para nosotros en algún momento es algo aburrida y tiene muchas inconsistencias. Bueno, hay que destacar que la película es de los estudios Universal, que aunque lo intenten, claramente no son, ni serán Disney, ni Pixar.

Anecdótico también resulta, que este conejito vive en Isla de Pascua, reino y lugar donde se fabrican y preparan, durante todo el año, los huevos y dulces que el conejo regala en Pascua. Una Isla de Pascua con bastantes montañas, bien alejada de la realidad. 

De todas formas, es un buen y recomendable panorama para disfrutar con sus hijos, seguro a ellos les gustara y se divertirán mucho. Seguro al termino de la película saldrán pidiendo muchos huevitos de chocolates (o tal vez, una batería, jeje).

A continuación dejo el trailer de HOP, que este jueves 21 de abril se estrena en todos los cines de Chile.


11 de abril de 2011

Los Amigos


Nadie puede negar que los amigos son muy importantes en la vida de toda persona y más aun en los niños, con ellos aprenden lo que es relacionarse con gente de su edad, aprenden a compartir, querer, solidarizar  y porque no, también a pelear y defenderse.

Mi hija desde que tenía un poco más de un año, tenía su grupito de amigos en el Condominio donde vivimos. En esa época eran como 6 niñitos, todos de casi la misma edad, la más pequeña, tiene un año menos que mi hija. De ellos solo quedan dos amigos, una niña y un niño, los demás se han cambiado de casa y casi hemos perdido el contacto.

Hoy, el grupo nuevamente es de unos 6 niñitos, pues se han incorporado nuevas generaciones, como mi hijo, y nuevos vecinos. Pero los que son muy “partner” y andan siempre juntos (con mi hijo a la siga, eso sí) son ellos tres. Es gracioso verlos, a veces, ignorando al resto de los niños en sus juegos.

La relación de ellos es bien especial, casi se han criado juntos, viéndose todas las tardes no importando sea invierno o verano. Y por lo mismo al conocerse de tan chicos han pasado por todas las etapas juntos. Aprendieron a caminar, hablar y dejar los pañales juntos.

Cuando más pequeños poco sabían jugar en grupo, cada cual jugaba al lado del otro con juguetes, a veces los compartían, otras las peleas eran un caos, con rasguños incluidos un par de veces y casi siempre terminaba en un llanto colectivo. Claro nada de esto paso nunca a mayores, pues los adultos que los acompañábamos, siempre supimos guiarlos a la reconciliación.

Ahora juegan juntos todo el rato, ya sea a la escondida, a la pelota, a la pinta o a la guarida secreta, andan en bicicleta o patinetas, y son capaces de inventar juegos sin que las mamás estemos tratando de entretenerlos. Las peleas muy pocas o bien sus enojos son cortos y al instante ya están jugando de nuevo.

Me gusta ver a mi hija jugando, riendo e incluso planeando travesuras con ellos. Pero creo que el día que más me ha conmovido su amistad, fue cuando al despedirse de uno de ellos, se chocaban las manos y repetían una y otra vez: “Amigooooos:  PARA SIEMPRE”

Ojala que su amistad, dure por muchos años. Y lo digo por experiencia propia pues mi amiga del alma lo es, desde que tenemos 4 años.

8 de abril de 2011

Las Vacunas

Se que hay muchas opiniones con respecto a las vacunas, algunos están de acuerdo con ponerlas, otros no. En mi caso nunca se me ha pasado por la mente no ponerlas. A mis hijos les he puesto todas las vacunas, las del Ministerio y las complementarias.

Nunca habían tenido ninguna reacción a ellas, ni fiebre ni dolor. Pero el año pasado, cuando le puse a mi hija la de la Rubéola (campaña especial del Gobierno). Tuvo su primera reacción, y fue terrible. El brazo hinchado un par de días y con mucho dolor. Andaba muy insoportable e irritable. Caso aparte fue, que al estar más grande y darse cuenta de todo: lloró, pataleó y gritó como loca ,apenas la senté en la camilla. Fue un show de proporciones!!.

Hoy, los lleve a vacunar por la campaña de prevención de la Influenza. Y el panorama no fue distinto. La lleve todo el camino hablando, que íbamos a vacunarnos, porque era mejor que estar después enferma, que a su hermanito le iban a poner 2 vacunas y a ella solo una. Pues a mi hijo le tocaba la del año y medio y la de la Influenza. Que tenia que ser valiente, para no asustar a su hermano, etc, etc.

Pero al momento de la vacunación, todo mi bla bla anterior no sirvió de nada. Entramos todos al box y ella pidió que vacunaran primero a su hermano. Así que ahí estaba mi hijo, sentado en la camilla, con un juguete que le pasaron, sin entender nada, primero un brazo con la del año y medio, lloro al pinchazo y se calmo, después el otro brazo, para la de la influenza, misma situación, llanto corto y listo. Muy valiente mi guatón.

Como fui con mi mamá, ella saco a mi hijo del box, pues ya cuando mi hija vio que ya habían vacunado a su hermano, empezó a gritar y querer irse. La senté en la camilla y la agarre bien fuerte, mientras la enfermera le tomaba el brazo y ponía la vacuna, todo esto entre gritos, llanto, patadas, etc. Todo esto no debe haber durado mas de un minuto, pero para mi fue una eternidad. 

Pero como ella es siempre digna, salio del box, muy tranquila y dispuesta al chantaje que para pasar su dolor tenia que comprarle una flor de chocolate que venden afuera. Con flor en mano la vacuna paso al olvido.

Lo malo es que mi hijo, horas después de la vacunación, empezó a estar muy irritable y lloroncito, le tocaban su bracito y lloraba. Claro, tiene su brazo un poco hinchado y rojito, pobrecito, ha despertado ya varias veces durante la noche, pues al darse vuelta mientras duerma, se pasa a llevar su brazo.

Ya creo que este fin de semana no será muy tranquilo y tendremos que lidiar con dos hijos irritables, ultra sensibles y el triple de regalones de lo que son con normalidad. Porque puedo apostar mi alma, que mi hija, aunque no tenga ningún dolor ni molestia post vacuna, se aprovechara del pánico y tendrá los mismos síntomas de su hermano, jeje.

6 de abril de 2011

Miércoles Mudo - Calvin & Hobbes "Creatividad"

Me he animado a participar en los Miércoles Mudo, es un carnaval de Blogs iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá, que invita a publicar una foto todos los miércoles la cual no necesite mayor explicación, por eso se llama "mudo". Así que, aquí va la mía.

"Algunas veces me he sentido así, cuando busco inspiración para escribir mi columna de Revista Carrusel, jeje. Me encanta Calvin!!".
 


4 de abril de 2011

Cosas de Niños

Este disco me trae muchos bellos recuerdos de mi niñez. Cosas de Niños son hermosas canciones cantadas por varios interpretes españoles: Miguel Bosé, Ana Belén, Victor manuel, Mocedades, entre otros. Son clásicos infantiles, que si no me equivoco son del mexicano Cri-Cri.

Fue grabado en 1980, por lo que se imaginaran que en mi casa teníamos la versión en cassette, la cual aun existe y escuchan mis hijos cuando vamos a casa de mis papás. A ellos les encanta y mi hija siempre le canta a su hermanito el tema Gusanito Medidor, cuando lo debe despertar en las mañanas o bien esta llorando.

Recuerdo que, con mis hermanos y mis primas lo escuchábamos siempre, incluso hacíamos musicales para toda la familia y vecinos, pues cobrábamos entrada para que nos vieran cantando y actuando los temas, mi hermano siempre hacia El Ratón Vaquero y mi prima La Negrita Cucurumbe, jaja, pues siempre fue un poquito más morenita que todos nosotros,  y las demás que eramos más grandes elegíamos los mejores temas... (cuando lean esto me van a matar, jajaja).

Les dejo esta recomendación, que estoy segura que a sus hijos les encantara. Aquí en Chile no he podido encontrar el Cd, pero lo descargué de la web. Para mis amigas lectoras de España sera más fácil, pues he visto en tiendas por Internet que allá si lo venden, así que si alguna viene de viaje por estos lados, no estaría mal que me lo traigan de regalo, jeje.

Aquí unos vídeos de los temas que encontré en YouTube, a disfrutar....

La Vaquita de Martín (Eva)



El Sembrador (Ana Belén y Victor Manuel)

 
Gusanito Medidor (Miguel Bosé)



El Niño Robot (Mocedades)