19 de diciembre de 2011

Columna: Evitando el Consumismo Navideño

Hoy quiero compartir con ustedes una de mis columnas que escribí el año pasado para Revista Carrusel, de como tratamos de evitar tanto consumismo en época navideña. 

Estamos a días de Navidad y muchos padres están viendo que regalar y cuanto regalar a sus hijos. Por lo que encontré pertinente desempolvar esta columna, espero les guste.

Evitando el Consumismo Navideño
 
Diciembre, para muchos el mes más estresante del año. Los malls, tiendas y supermercados atestados de personas la mayoría apurada, mal genio e impaciente. Vemos padres desesperados comprando, otros endeudándose más de la cuenta por dar a sus hijos los regalos que piden, muchos tristes pues no tienen como regalar. Somos bombardeados diariamente por publicidad que fomenta el consumismo y con mensajes que dan a entender que la Navidad sin regalos no tiene sentido.

Por eso cabe preguntarse ¿Cuál es el verdadero sentido de la Navidad?. Eso fue lo que con mi marido nos preguntamos cuando se acercaba la primera Navidad de mi hija, hace ya 4 años.

Para los creyentes en Dios, lo importante debería ser el nacimiento de Jesús, al menos eso pienso. Pero para nosotros, que no somos creyentes, fue difícil decidir que inculcaríamos a nuestros hijos sobre la celebración de Navidad. Lo que si teníamos claro, es que evitaríamos entrar en la desesperación de buscar regalos y promover el consumo despiadado.

Como familia decidimos, que nuestros hijos deberían aprender que hay mas felicidad en entregar que en recibir, por eso cada año vamos al correo a escoger una carta para hacer un regalo a algún niño que no pueda recibirlo, el mismo 24 de diciembre antes de cenar vamos junto a mi hija (mi hijo es muy pequeño aún) a entregarlo, le explicamos que el Viejito Pascuero no puede dar regalos a todos los niños y es por eso que lo ayudamos. Mi hija cuenta con mucho orgullo que entregó regalos a otros niños y que quedan muy felices.

Tampoco hacemos un festín de regalos después de cenar, solo lo reciben los niños, no nos entregamos regalos entre adultos. Mi hija sabe que el Viejito le trae un regalo para Navidad, y no le escribe carta ni pide regalos. Para ella cada navidad es una sorpresa al abrir su regalo. Independiente que luego reciba más regalos del resto de la familia, ella solo espera un regalo y es feliz.

Lo importante es pasar una linda noche, reunidos en familia, que nuestros hijos y nosotros mismos no seamos participes de este sistema que fomenta el apego a lo material, por sobre la unión, amor y alegría que debería reinar en Navidad.

Con esta reflexión, quiero desearles a todos una muy Feliz Navidad, que sea una noche especial junto a sus familias y seres queridos, no olviden que muchas veces un abrazo o un "te quiero", puede ser el mejor regalo que podemos entregar.
 
Un gran abrazo para ustedes.

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1 comentario:

La mujer que bota fuego dijo...

Excelente reflexión!!! felices fiestas para ti y tu familia también!!