Cuando uno sabe que va a ser madre por primera vez, nos volvemos locos comprando cuanta cosa encontramos en el mercado que nos sirva para el bebé; sin llegar a pensar si realmente nos servirán una vez que nuestro hijo nazca.
Estoy segura que éste es un “tema” para las que somos madres, más de alguna tiene su propia lista de cosas inútiles que compraron mientras estaban embarazadas o cuando ya nació el bebé.
Así que, a modo de ayuda a las futuras madres, les dejo mi lista de inutilidades. Ojo, que si bien fueron inútiles para mí, quizás a muchas de ustedes les sirvió o les puede servir:
1-. Termómetro chupete: este famoso termómetro digital en forma de chupete, que en 5 o 10 segundos en la boca del bebe te da la temperatura exacta, lo ocupe una vez, después de una lucha de varios minutos para que mi hija lo mantuviera en la boca por sólo 10 segundos. Cuando al fin marcó la temperatura, no confié en él y termine ocupando el más sencillo de todos (el de vidrio con mercurio).
2-. Portabebés: me refiero al clásico portabebé, no al Fular o MeiTai. Ocupado sólo una vez, primero porque era muy incomodo ponérselo e introducir al bebé en él, y segundo, porque siempre salíamos en auto y luego ocupábamos el coche.
3-. Termómetro de agua: ocupado una vez, al final la mejor forma de medir la temperatura de la tinita, era introduciendo mi mano en el agua.
4-. Tijeras para cortar uñas: nunca logre usarlas, lo mejor fue el corta-uñas para bebé.
5-. Libro Duérmete Niño: Libro de moda cuando nació mi hija, leí solo las primeras 20 páginas, fuera de ser bastante drástico en los consejos, nunca necesité usarlo, pues mi hija se dormía sin problemas toda la noche.
6-. Mecedora columpio a pilas: Nunca me gustó, mi hija se iba para el lado y no tenía buen soporte. Lo vendí al mes después de comprarlo. Aunque creo me equivoque en el modelo, pues con mi segundo hijo, compré otra que resultó ser muy buena.
7-. Set de aceites para masajes: Sólo un par de veces logré hacerle masajes después del baño. Aún me pregunto si doparan a los bebes cuando los muestran en los programas tan tranquilos mientras los masajean.
8-. Los topes de goma: para las esquinas de los muebles, duraron lo que le costó a mi hija sacarlos, o sea 5 segundos.
9-. Platos con ventosa: imposible dejarlo pegado en la silla de comer del bebé, pues lo primero que hace es meter la mano dentro de la comida y ahí estás luchando por despegar el plato y tratar de sacar la mano de tu hijo, uf. Claro que eso no lo intuyes cuando lo compras.
10-. La cuna Cuja (que luego se transforma en cama): creo que es lo que más me arrepiento de haber comprado. Es muy grande, pesada y ocupa la mitad del dormitorio y aunque ha sido muy bien aprovechada por mis hijos, odio el espacio que me resta.
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