Ya ha pasado una semana desde que comenzamos con la "Ayuda Profesional" y quiero contar nuestros avances, llevamos 10 días aplicando la técnica de no preguntar y no hemos tenido mayores problemas, claro alguna vez lo he olvidado y me he sorprendido diciendo ¿te quieres ir a bañar?, pero desde que empezamos ya no tengo que arrastar a mi hija al baño para que se vista en las mañanas, o gritar y retarla porque no se quiere acostar, como han cambiado las cosas.
El jueves comenzamos con el trabajo de las comidas, el que más me preocupa y asusta, ahora solo se come en la mesa del comedor y nada más que en la mesa, para sorpresa nuestra estos dos días ha comido tranquila y sentada sin bajarse de la silla, recuerden que antes la perseguía por toda la casa para que comiera, se ha comido todo hasta la fruta de postre (solo comía yogurt), por supuesto con el estimulo de un refuerzo positivo. Tenemos claro que estamos recién empezando, pero yo imagine que estos cambios y reglas mi hija los tomaría muy mal y significarían horas de llantos, gritos y pataletas.
También desde el lunes ella esta acostándose sola en su dormitorio, cosa que no era así, se dormía en el nuestro y yo debía quedarme a su lado hasta que se durmiera. Bueno ahora tiene una rutina fija, todas las noches después de ponerse el pijama, va al baño, toma sus remedios para la alergia, toma unas vitaminas C, se lava los dientes y le da el besos de buenas noches al papá; luego la acuesto en su cama, me despido y le apago la luz; obvio que el primer día me llamo para que me acostara con ella, lloró, se levanto como 10 veces a buscarme al living y las 10 veces me devolví a acostarla, volví a darle su beso y arroparla bien; el segundo día ya no lloro pero se levanto como 5 veces a buscarme y yo hice lo mismo, cuento corto, ya no sale a buscarme ahora acuesta detrás de su puerta (como para inspirar lastima), jaja, y yo la vuelvo a acostar en su cama, pero si ayer se acostó 5 veces detrás de la puerta, hoy solo fueron dos. Al final se queda dormida y lo mejor es que no llora, ella se duerme tranquila y yo no me angustio.
Sabemos que aún no podemos cantar victoria, es un proceso largo, algunos días serán buenos y otros malos, pero lo mejor que nos ha pasado es que ya no improvisamos en nuestro actuar ante sus actitudes, por ejemplo las pataletas, porque nos enseñaron herramientas y tips para poder controlar y manejarlas, y además, porque ahora hay normas y límites en esta casa, mi hija sabe cuales serán las consecuencias a ciertas acciones.
Increíble como yo me noto mas relajada, ya no me levanto pensando que show tendremos hoy, pero lo más importante es que veo a mi hija más feliz y también menos estresada, noto que ya no necesita llevarme al límite ni probar hasta donde me puede desafiar. Siento por primera vez que ella ya no me ve como una igual, sino como su MAMÁ, una Mamá a la que ve controlada y además tiene el control.
Pensar que todo lo estamos consiguiendo sin gritos ni amenazas, sino que con reglas claras, rutina, tranquilidad y por supuesto con mucho amor.