Cuando las mujeres quedamos embarazadas, nos transformamos de la noche a
la mañana en personas de otra categoría, una persona especial, por
ponerlo de alguna forma. Nos volvemos el centro de atención de nuestra
familia y cercanos.
Nos convertimos en un objeto frágil y delicado, nos preguntan a cada rato como nos sentimos, si estamos cansadas, si nos queremos sentar y cuando caminamos todos tienden a abrirnos el paso y apartar a la gente que se acerca mucho. ¿Creeran que estamos enfermas?.
Debemos aceptar todo tipo de consejos y comentarios. Que no puedes comer de esto porque te puedes hinchar, que el bebé puede salir peludo si comes limón, que vas a engordar mucho, que debes comer el doble, que no debes usar ropa tan ajustada, etc, etc. Todos se convierten en expertos en la materia.
Todos se creen con el derecho de tocarte la panza, si hasta pareciera que es un imán, basta ver o decir que una esta embarazada para que las manos se vayan directo a acariciar nuestra panza. ¿Porque? siempre me lo he preguntado, si es parte de nuestro cuerpo, mínimo preguntar si deseamos que nos toquen. Si una ve un trasero bonito, no dice: "que lindo tu trasero" y le hago cariño.
También nos sentimos ultra protegidas y cuidadas, nos llenan de mimos y regaloneos. Y cuando se acerca el momento del parto, todos los que han sido padres antes, nos relatan lo maravilloso que es tener a tu hijo en brazos.
Bueno, y así estoy yo, pasando por tercera vez por esta larga espera de 9 meses. Aún no soy el centro de atención, ni me tratan como un objeto delicado, y aun no me andan tocando la panza. He recibido uno que otro consejo por ahí y un montón de felicitaciones y abrazos sinceros y cariñosos.
Con mis tempranas 10 semanas, ya noto será un embarazo muy distinto a los anteriores. He tenido síntomas que con los anteriores no tuve, como asco y muchisimo sueño. También creo será un proceso sin tanta ansiedad de saber el sexo del bebé.
Nos convertimos en un objeto frágil y delicado, nos preguntan a cada rato como nos sentimos, si estamos cansadas, si nos queremos sentar y cuando caminamos todos tienden a abrirnos el paso y apartar a la gente que se acerca mucho. ¿Creeran que estamos enfermas?.
Debemos aceptar todo tipo de consejos y comentarios. Que no puedes comer de esto porque te puedes hinchar, que el bebé puede salir peludo si comes limón, que vas a engordar mucho, que debes comer el doble, que no debes usar ropa tan ajustada, etc, etc. Todos se convierten en expertos en la materia.
Todos se creen con el derecho de tocarte la panza, si hasta pareciera que es un imán, basta ver o decir que una esta embarazada para que las manos se vayan directo a acariciar nuestra panza. ¿Porque? siempre me lo he preguntado, si es parte de nuestro cuerpo, mínimo preguntar si deseamos que nos toquen. Si una ve un trasero bonito, no dice: "que lindo tu trasero" y le hago cariño.
También nos sentimos ultra protegidas y cuidadas, nos llenan de mimos y regaloneos. Y cuando se acerca el momento del parto, todos los que han sido padres antes, nos relatan lo maravilloso que es tener a tu hijo en brazos.
Bueno, y así estoy yo, pasando por tercera vez por esta larga espera de 9 meses. Aún no soy el centro de atención, ni me tratan como un objeto delicado, y aun no me andan tocando la panza. He recibido uno que otro consejo por ahí y un montón de felicitaciones y abrazos sinceros y cariñosos.
Con mis tempranas 10 semanas, ya noto será un embarazo muy distinto a los anteriores. He tenido síntomas que con los anteriores no tuve, como asco y muchisimo sueño. También creo será un proceso sin tanta ansiedad de saber el sexo del bebé.
Aunque si soy sincera, aun siendo este mi tercer embarazo, sigo sintiendo y teniendo las mismas dudas, temores y sentimientos como si fuese el primero.