25 de enero de 2012

Tres embarazos, tres sentimientos distintos


No hay duda que estar embarazada provoca en la mujer millones de sensaciones y sentimientos encontrados. Pasas por la felicidad, alegría, satisfacción, ansiedad, miedo, frustración, nerviosismo entre otros. Así mismo estos sentimientos van cambiando dependiendo si es tu primer, segundo o tercer embarazo.

En mi caso, cuando estuve embarazada por primera vez, la felicidad del primer momento se vio sobrepasada por los temores y dudas que tenía, ¿vendrá el bebé bien? ¿seré una buena madre? Son sólo un ejemplo de las interrogantes que pasaban por mi cabeza. 

A medida que avanzaban las semanas, me fuí relajando un poquito, ya había leído más o bien mi ginecólogo o amigas me habían aclarado algunas dudas, pero cuando se acercaba el momento del parto el nerviosismo y ansiedad, además de los temores y miedos se apoderaban de mí, ¿sabré cuando es el momento? ¿llegaré a tiempo a la clínica u hospital? ¿me dolerá? ¿saldrá todo bien? ¿y si me muero en el parto?. Si les contará la cantidad de pesadillas que tuve con respecto al parto, se reirían, y culpa de esto la tiene tanta película gringa que ve una.

Con mi segundo embarazo, si bien los sentimientos no cambiaron mucho, si una esta más tranquila, ya sabía un poco más de como cambia mi cuerpo, sabía que hay ciertos mitos que te cuentan que no son ciertos, sabía a que atenerte cuando iba a los controles con el médico y que examenes se necesitaban. Al punto que ya no hacía tanto caso a los consejos que me daba la gente, es más, ya hasta me molestaban un poquito. Cuando se acercó el momento de este parto, también ya estaba un poco, sólo un poco, más relajada, al menos ya sabía como se sentía una contracción y en que momento debía partir a la clínica (se suponía, jeje). En resumen ya no era nada nuevo para mí, por lo mismo sabía qué estaba pasando.

Con el tercer embarazo, todo ha sido distinto, estoy ultra relajada, incluso, por falta de horas de mi ginecólogo, me he saltado un control mensual y no he muerto de la angustia, ya sé que hacer en cada control o examen, cualquier tipo de consejo tonto u obvio, me molesta. Los temores y ansiedad son mucho menos. Sé inmediatamente si algo anda mal, hasta como solucionar ciertos malestares, sin necesidad de llamar al médico.

Ya tengo 28 semanas y este embarazo se me ha hecho eterno. Ya no encuentro lindo estar con unos kilos de más por estar embarazada, al contrario. El no poder dormir bien, no es una anécdota, sino una molestia, lo mismo los pies hinchados, la acidez y el cansancio.

Es lindo y maravilloso estar embarazada y no crean que reniego de él, pero nada es tan perfecto e idílico como muchas cuentan, creo que ya hasta estoy cansada de estar embarazada. Con 3 infecciones urinarias a cuestas, sumado el calor insoportable de esta ciudad, dos hijos super demandantes y con la agilidad que me ha abandonado, lo único en que pienso es que pase luego el tiempo y llegue el mes de abril, a veces creo que no sobreviviré hasta esa fecha, tengo una panza inmensa que representa mucho más de 28 semanas, seguro que antes de abril exploto!

Si con los embarazos anteriores lo único que quería era quedarme embarazada por más tiempo, pues no sabía si podría cuidar y criar a un hijo y después a dos, ahora lo único que quiero es tener a mi bebé en brazos, para regalonearlo y cuidarlo, poder recuperar mi estado físico. El temor de si seré o seremos capaces de sobrevivir como padres con tres hijos, ya no me preocupa, estoy segura que saldremos airosos, quizás un poco más locos, pero estaremos bien, o como suelo decir "nuestra vida es caoticamente hermosa".

Si bien en mis embarazos las sensaciones y sentimientos, como pueden ver, han sido variados, siempre el primer y último sentimiento ha sido la Felicidad, al momento de enterarme de estar embarazada y al momento de tener por primera vez a mi hijo en brazos.



19 de enero de 2012

El malestar de la acidez durante el embarazo y algunos consejos


Esta semana comenzó mi gran pesadilla, la que me ha acompañado en mis dos anteriores embarazos y que también me acompañará durante los próximos 88 días que quedan para que nazca mi hijo, hablo de la acidez.

Debo reconocer que me siento totalmente desvalida cuando empiezan estas molestias, me agota física y psicológicamente, me vuelvo totalmente irritable y mal genio, pues haga lo que haga, coma o no coma, el dolor sigue.

Pero creo que nunca había sentido tanto dolor y molestias por la acidez como hace un par de días, el martes me dormí con el ardor en mi pecho, y al despertar el miércoles en la mañana seguía igual, aún así decidí tomar desayuno, lo que solo sirvió para agravar las molestias. El almuerzo fue un suplicio, comí algunas cucharadas, pero la sensación quemante en mi boca del estómago era insoportable, por lo que no pude seguir almorzando y deje el rico Pastel de Choclo a un lado. Por más antiácido que tomé, no aminoro las molestias. Opté por no comer nada más durante el resto del día, solo beber agua bien fría y un par de vasos de leche helada. Al llegar la noche, la molestia se convirtió en un fuerte dolor en mi pecho, sentía una gran presión en la boca del estómago, como si alguien estuviera sentado encima. Era una sensación que antes no había sentido, incluso pensé que podría ser otra cosa, como Gastroenteritis. Aguantando el dolor, por fin logré dormirme.

Sí, ya lo sé, quizás debería haber ido al médico, pero no soy de las que acostumbra correr a urgencias por cualquier cosa, pensé que en algún momento debería pasar el dolor, aunque si al despertar aún seguía igual, no quedaría otra que llamar al médico, pues dos días seguidos con esa molestia no era normal.

Por suerte ayer desperté bien, ya no sentía ni molestias ni dolor. Pero aún así, tenía miedo a comer algo, pues no quería pasar por lo mismo. Como en el último control, mi ginecólogo me había recomendado visitar a la nutricionista, decidí pedir una hora, así, a parte de poder controlar mi peso, podría darme alguna dieta que ayudara, al menos, a aminorar las molestias de la acidez.

Lamentablemente no logré encontrar horas disponibles para enero, solo para febrero y marzo, y como el 1 de febrero nos vamos de vacaciones, era imposible ir. Por lo que empecé a buscar en el ciberespacio si encontraba alguna página que me ayuda con este problemilla. Y como el que busca siempre encuentra, encontré una dieta para la acidez muy buena, que inmediatamente puse en acción.

La dieta aconseja comer ciertos alimentos en mayor cantidad y frecuencia pero también exige dejar de lado muchos alimentos que me encantan, sobre todo frutas de esta estación. Pero por no sentir acidez estoy dispuesta a hacer el sacrificio. Comencé ayer al desayuno a aplicarla y me ha ido de maravillas, hasta hoy no he sentido molestias, a pesar de que no la he seguido al pie de la letra y ayer en la tarde hice algún desajuste, me he sentido muy bien. Espero seguir así, aunque se que eso será imposible, pero el bajar la frecuencia de la acidez, no tiene precio, jeje.

Como sé que a muchas les puede interesar esta dieta, la comparto con ustedes, espero que les sea tan útil como a mi.

Dieta para la Acidez (Fuente: BabySitio)

Alimentos que hay que suprimir de la dieta: 
El tema más frecuente de las embarazadas a partir del séptimo mes de embarazo es la acidez. Existen alimentos que se pueden evitar para mejorar el funcionamiento intestinal y disminuir la acidez. Es así que hay algunos que por su composición química generan más acidez que otros y también factores como el estrés o la constipación ayudan a que ésta aparezca. A continuación te detallamos los alimentos que no deberías comer para que la acidez disminuya o desaparezca.

• Cítricos: Naranja, mandarina, pomelo, limón.

• Frutas: Frutilla, cerezas y uvas.

• Vegetales de hoja cruda: Lechuga, radicha, radichetta, berro.

• Queso de rayar: De cualquier tipo.

• Dulces: Mermeladas, caramelos, bombones, budines, tortas, facturas.

• Galletitas dulces: Simples y rellenas.

• Fritos: Papas fritas, huevos fritos, milanesas, buñuelos, churros, facturas, donuts, etc...

• Infusiones: Café, té, mate cebado y chocolate.

Consejos para que la acidez desaparezca: 
También es importante seguir nuevos hábitos alimenticios. A continuación te damos algunos consejos que te serán útiles.

• Consume lácteos: Consume leche fría cuando aparezca acidez o crema de leche natural sin agregado de azúcar.

• Evita los yogures: Se pueden reemplazar por una igual cantidad de leche o leches cultivadas.

• Aumenta el consumo de vegetales cocidos: Son ideales el zapallo, la zanahoria, los zapallitos, las remolachas, las chauchas y los espárragos.

• Consume los postres adecuados: De postre puedes consumir frutas preferiblemente sin cáscara, crudas o en compota (manzana, peras, durazno) y además deben estar bien maduras. También puedes comer gelatinas, postres de leche, helados de crema o arroz con leche.

• Restringe el consumo de azúcar: Trata de comer poca cantidad de azúcar, preferiblemente no endulces las infusiones.

• Elige el tipo de pan apropiado: El pan tiene que ser blanco y de panadería preferiblemente tostado o desecado en el horno. Puedes untarlos con quesos descremados o enteros, untables o tipo cuartirolo. También puedes comer galletas pero con poco contenido en grasas.

• Evita las comidas pesadas: Consume carnes asadas, a la parrilla o a la plancha evitando la salsa de tomate y los fritos.

• No consumas huevos fritos: Puedes comer huevos en todas sus formas menos fritos.

• Toma infusiones permitidas: Infusiones de té o té de hierbas pero preferiblemente con leche.

• Aumenta la ingesta diaria de líquidos: Toma abundante cantidad de líquido, en lo posible frío y entre horas.

Si persiste la acidez es importante consultar con el médico obstetra para que te ayude con algún antiácido, pero estas medidas alimentarias bien cumplidas y realizadas en forma permanente son sumamente importantes para hacer desaparecer esta sintomatología tan molesta.

*Puedes leer el texto original AQUÏ

12 de enero de 2012

No más guarderías en los casinos, por Leonor Alonso

Hoy quiero compartir la columna que escribió la impulsora de la campaña NO más guarderías en los casinos, ella es Leonor Alonso, Publicista y Directora FlashmobChile. En su columna cuenta sus razones de porque dio inicio esta campaña. 

Columna publicada originalmente para Molécula, puedes seguirlos su página en www.molecula.cl y @molecula_cl en Twitter.


Hace un par de meses, me enteré que el Enjoy de Viña tenía una guardería, y me descolocó. Pensé en los pros y contras, y ganaron estos últimos. No pasó de ser un pataleo mío en Twitter, pero con el paso del tiempo sumé testimonios, investigué y concluí que estaba mal, muy mal.

El detonante de la campaña que hoy estoy impulsando, fue una escena de terror ocurrida el viernes 30 de enero en el Enjoy de Rinconada. Eran las tres y algo de la mañana y yo me disponía a volver a mi casa, cuando en la puerta del casino veo a una mujer joven con un niño de unos dos años, que lloraba desconsolado. Me acerqué y, para mi sorpresa, la señora me dice que espera las llaves para ir a dejar al niño al auto, puesto que ya habían cerrado la guardería.
 
Se imaginará la que armé, considerando que además de todo, dejar a un menor en un auto es un delito (más aun con las agravantes obvias de hora y lugar). Luego de ver que a los guardias les daba lo mismo, llamé a Carabineros de Colina y, al entrar de nuevo al casino, uno de los mismos guardias me dice: “Y usted qué se mete tanto, si no es su hijo”. La frase es perversa en su totalidad, en la medida que no comprendemos que los hijos de los otros también son nuestros. Si es por eso, que nada te importe: que les peguen, que abusen de ellos. Total…no son tus hijos. Mal.

Al volver a Santiago, me pegué a Twitter y creé el hashtag #NoMasGuarderiasEnCasinos. Se lo copié a todos los políticos que tengo en mi TL, y dos engancharon de inmediato: Karla Rubilar (RN) y Felipe Harboe (PPD), quienes me han ayudado a darle forma a esta denuncia y pasarla a la Cámara de Diputados para investigar. Asimismo, conté con el apoyo irrestricto de mi amigo Matias Carrozzi.

Para no marear con datos, les doy las razones clave de esta causa:
  • Las personas que van a un casino, tienen el dinero suficiente para jugar. Por lo tanto, pueden pagarle a alguien que cuide de sus hijos en casa.
  • Cuando uno juega –a mi me encanta y no temo en decirlo– sube la adrenalina, y quienes toman alcohol (yo no lo hago) pueden pasar varios tragos sin sentirlo. Y de ahí a subirse a un auto con un menor, es un paso que puede ser  mortal. Un casino no puede avalar un hecho como éste.
  • Las guarderías no están supervisadas ni por el Sename, ni por la Junji, por lo que terminan siendo responsabilidad de la Superintendencia de Casinos. ¿Y qué saben ellos de niños?
  • Cuatro guarderías de entre todos los casinos de Chile, se encuentran al nivel de los estacionamientos subterráneos, con altos niveles de CO2 y dificultad de escape.
  • Ya ha habido casos de personas que olvidan a sus hijos en las guarderías, como si a uno se le quedara la cartera en el guardarropía.
  • A altas horas de la noche, los niños deben dormir en sus camas, tranquilos y libres de estímulos excitantes o que los alteren. No hay que ser psicólogo para comprender esto.
  • Y, por último, esto me parece tan inmoral como tener guarderías en moteles, discoteques, bares, pubs, e incluso prostíbulos. ¿Por qué no?
 
Los niños no son cosas que se anden acarreando. Son seres humanos y tienen derechos propios: los Derechos del Niño, que en Chile se vulneran a cada rato. ¿Habrá en la Constitución un artículo que diga: “dejen que los niños se críen solos y que los viejos mueran”? Porque así nos comportamos como país.

Un adulto puede hacer lo que quiera con su tiempo, su plata y sus ganas. Puede jugar lo que quiera. Y al final, los casinos proveen de trabajo en zonas complejas, además de ser lugares entretenidos. Y, como todo en la vida, con moderación se disfruta. Pero los niños… No, no me toquen a los niños. Ellos no pueden andar jugando a la ruleta rusa por la irresponsabilidad de sus padres.

No voy a parar, con o sin apoyo político. Esto es una vergüenza país, y poco me importa quien diga que los padres hacen lo que quieren con sus hijos. Eso no es así. Si no, no existirían organismos que velen por ellos aquí y en la quebrada del ají.

9 de enero de 2012

Guarderías en Casinos de Juegos

Durante la semana pasada en las redes sociales, particularmente en Twitter se generó una polémica por una denuncia que destapó Leonor Alonso, Publicista y Directora FlashmobChile, debido a la existencia de guarderías en el interior de los casinos de juego chilenos, los padres dejaban a sus hijos hasta altas horas de la madrugada en estas guarderias, mientras se divertían jugando y apostando. 

Así, Leonor comenzó una campaña en Twitter denominada "Terminemos con las Guarderías Infantiles en los Casinos", luego de que ella viera "a fines del 2011, a una mujer a eso de las tres de la madrugada que cargaba a su pequeño hijo que lloraba a la salida de un recinto de juegos y, tras acercarse a ella, conoció con espanto, que la mujer le decía que dejaría a su hijo al interior del auto porque la guardería del casino había cerrado y ella quería seguir jugando" (fuente www.elmorrocotudo.cl).

Lo anterior, no me sorprendió mucho, pues alguien me había contado que se celebraban cumpleaños infantiles en un sector del casino habilitado para niños. Pero una cosa distinta es celebrar el cumpleaños de tu hijo, bajo tu supervisión en algún lugar dispuesto para ello y otra distinta es dejarlo durante la noche a cargo de desconocidos mientras te diviertes en un casino de juego.
Pienso que cada padre es libre de decidir a cargo de quien deja a sus hijos, incluso si los deja en una guardería del casino durante el día en un horario normal para los niños, allá ellos y no soy quien para criticarlos. Particularmente no lo haría, y menos aún dejarlos durante la noche allí para retirarlos a las 2 o 3 de la madrugada, dormidos y muchas veces con frió, solo por tener unas horas de diversión.

Tras la denuncia que hizo Leonor, algunos diputados de la República, así como muchos ciudadanos, se unieron a su causa y están exigiendo la clausura de estas guarderías, a fin de salvaguardar los derechos de estos niños.

Si quieres dar tu apoyo a esta campaña vía Twitter puedes hacerlo ocupando el Hashtag #NoMasGuarderiasEnCasinos o bien, también puedes seguir a @leonoralonso impulsora de la campaña.

A continuación les dejo un artículo bien completo sobre esta denuncia ciudadana:


En compañía de Leonor Alonso, testigo y denunciante de la presencia de menores lactantes durante la madrugada en guarderías ubicadas en casinos de juego, los diputados Felipe Harboe (PPD) y Karla Rubilar (RN), exigieron al Superintendente de Casinos y Juegos, procedan a la clausura inmediata de las guarderías infantiles ubicadas en los casinos de juego.

Los parlamentarios aseguraron que “cuando se promulgó la ley 19995, que permite los Casinos de juego, nunca estuvo en el espíritu de ningún Diputado y de ningún Senador que estas instalaciones pudiesen funcionar con guarderías infantiles”.

Esta exigencia, indicaron los legisladores, la realizan tras conocer la denuncia de Leonor Alonso, quien vio a fines del 2011, a una mujer a eso de las tres de la madrugada que cargaba a su pequeño hijo que lloraba a la salida de un recinto de juegos y, tras acercarse a ella, conoció con espanto, que la mujer le decía que dejaría a su hijo al interior del auto porque la guardería del casino había cerrado y ella quería seguir jugando.

“Yo no tenía idea que los casinos tenían guardería, y esto sucedió en dos oportunidades la primera cuando salía del Enjoy de Viña del Mar y luego a la salida del casino de Rinconada, conocido como Enjoy Santiago, oportunidad en que llamé a los carabineros, porque la mujer me dijo que dejaría a su hijo durmiendo al interior de su auto”, contó Leonor Alonso, tras lo cual aseguró que se le acercó uno de los guardias del recinto y le preguntó por qué se metía si el hijo no era de ella.

Esto motivó a Leonor a iniciar una campaña vía twitter, denominada “Terminemos con las guarderías infantiles en los casinos”, la que ha sido apoyada por la ciudadanía y los diputados Harboe y Rubilar

Leonor Alonso, la joven publicista denunciante, indicó que está convencida de es necesario que se conozca que esto está pasando, además que, a su juicio, existe un elemento adicional a considerar y es que “en los recintos de juegos se expende alcohol y muchos de esos padres, tal vez retiran a sus hijos pequeños estando bebidos”. “No me parece que el casino les devuelve a sus pequeños a sabiendas que esa personas está bebida, con lo cual el casino estaría legitimando la posibilidad de una catástrofe”, declaró Leonor, para quien está claro que “los adultos pueden hacer cualquier cosa bajo su responsabilidad, pero en este caso se está inmiscuyendo a niños pequeños”.

En tanto, los diputados Harboe y Rubilar, dieron a conocer una grabación en la que la operadora telefónica de un reconocido casino de juegos le señalaba a un cliente que el inicio de atención de la guardería es de doce del día hasta las dos y media de la mañana y si no se tenía la calidad de socio, se debía cancelar cinco mil pesos por el servicio, lo que daba derecho a mantener a un niño hasta por dos horas en la guardería.

La grabación escuchada, señaló Harboe, “desmiente lo señalado por el Superintendente de Casinos, como por diferentes casinos, que han sido conminados a no tener guardería”. “Ellos han sostenido que los casinos no tienen guardería, o que son instalaciones anexas, aledañas que no están en los casino y que, por lo tanto, no quedan regulados por la ley de casinos”, dijo Harboe.

Para el diputado PPD, esta grabación “es una prueba concreta de que una operadora telefónica del casino Enjoy contestó el teléfono y señaló que los casino sí tienen guarderías infantiles y de las cuales, por ejemplo, “no sabemos si su infraestructura es la adecuada en caso de emergencia o si cumplen con los requisitos para atender menores de edad, entre cuatro y doce años, que ellos señalan recibir y cuyos requerimientos son distintos en función de sus edades”.

Nos parece altamente inconveniente, sostuvo Harboe, “que se motive que los padres lleven a sus hijos, los 
dejen ahí, mientras están jugando en el casino, y después salgan, probablemente con consumo de alcohol manejando con sus hijos a altas horas de la madrugada”.

Estos antecedentes, hicieron que los diputados Harboe y Rubilar soliciten al Superintendente de Casinos, Francisco Leiva, que instruya, dentro de sus facultades legales, a todos los casinos a cerrar de manera inmediata todas las guarderías infantiles que se encuentren ubicadas en la infraestructura de los casinos o en las inmediaciones administradas por los mismos.

“No tenemos que esperar un accidente dentro de estas guarderías, no queremos esperar un incendio donde los niños queden atrapados, ni que el día de mañana tengamos una muerte de un menor que lamentar, queremos adelantarnos a eso. Nuestra función como parlamentarios no es hablar solamente después que han ocurrido los hechos, sino adelantarnos y advertir”, argumentó el legislador.

En este sentido, Felipe Harboe puntualizó que cree que “el Superintendente de Casinos tiene la responsabilidad de instruir a los casino para cerrar hoy esas guarderías infantiles y que por ser guarderías no cuentan con fiscalizaciones ni de la Junji ni tampoco del Sename, es decir, no cuentan con fiscalización de nadie”.

En tanto, la diputada Karla Rubilar afirmó que “no es necesario de un proyecto de ley, ni una ley para que las guarderías se cierren, el Superintendente de casino tiene todas las atribuciones para poder cerrarlas”. “No queremos que se busquen excusas como que las guarderías son de los hoteles asociados”, si es así, dijo, “habrá guarderías en horario de hotel y para los pasajeros que están en el hotel y no para las personas que vienen a jugar al casino aledaño”.

Para Karla Rubilar, “es un deber proteger a los menores, ellos tienen derechos”, afirmó, por lo cual, reiteró el llamado a que “en un tiempo limitado, no más allá de unas semanas se emita la resolución que impida que se sigan manteniendo las guarderías en casinos o en las inmediaciones administradas por los casinos”.
Karla Rubilar indicó que, tras tomar contacto con el Sename y la Junji, ellos les indicaron que “no tienen las atribuciones para poder fiscalizar estos recintos, por lo que se hace necesario que el Ejecutivo revise las atribuciones de estos órganos”.

Por último, Felipe Harboe advirtió que “el Superintendente de Casinos tiene conocimiento de estos hechos, ya que con fecha 16 de noviembre del año 2011, a través de la Cámara de Diputados se le envió un oficio denunciando esta situación, a lo que él respondió el día 12 de diciembre del 2011, que no existe dentro de los casino infraestructura destinada a menores de edad, no obstante reconoce que existe, en instalaciones aledañas, y administradas por los casinos”

Es decir, aseveró Harboe, “la entidad fiscalizadora tiene conocimiento de estos hechos”, por lo que insistió en el llamado a que se termine con ellas.

5 de enero de 2012

Todas las madres merecemos respeto


Hace un par de meses, conocí a otra madre, unos 7 años mayor que yo. No contaré las circunstancias en que la conocí, pero si quiero transcribir el recuerdo exacto de parte de nuestra conversación. Quiero destacar que esta conversación ocurrió durante nuestro primer encuentro, no nos conocíamos de antes y tampoco hemos vuelto a conversar.

Ella: oye, ¿y tu que haces? ¿Trabajas?
Yo: no trabajo, me quedo en casa cuidando a mis hijos.
Ella: ah! No trabajas.... (en tono despectivo) entonces tu marido te mantiene!
Yo: Tenemos la suerte que de podamos vivir solo con su sueldo, así yo poder preocuparme 100% de nuestros hijos, si las condiciones cambiaran o fueran otras, quizás yo tendría que trabajar, y no tengo ningún problema al respecto.
Ella: ¿pero el esta de acuerdo? De que estés todo el día en casa sin hacer nada. (nuevamente con tono despectivo o de envidia, ya no lo sé)
Yo: La decisión de que yo no trabajara fue mutua, además no estoy sin hacer nada, los niños requieren harta atención, como prepararles y darles sus comidas, llevarlos al colegio, al doctor, estudiar, y otras muchas actividades.
Ella: ahhh, bueno, eso también es verdad...

Esto es solo una parte de nuestra larga conversación, pues estuvimos juntas más de dos horas, si bien quede impactada con su forma de interrogarme y las cosas personales que ella me contó y que además quería saber de mí, siendo la primera vez que nos veíamos, lo que verdaderamente me molesto fue ese tonito despectivo y la forma de mirarme en menos que tuvo, cuando supo que yo no trabajaba y “sólo” estaba en casa. 

Si bien no es primera vez que me pasa, dejenme decir lo que pienso, en favor de las muchas mujeres que hemos decidido criar a nuestros hijos y no dejarlos a cargo de otras personas.

No es que este en contra de las madres que deciden seguir trabajando luego de tener sus hijos, muy por el contrario, siempre he creído en la libertad del ser humano de elegir y tomar sus propias decisiones, no soy quien para cuestionarlas, menos aún, cuando hay muchas mujeres que deben hacerlo para mantener a sus familias y sacar a sus hijos adelante.

Todas merecemos el mismo respeto, aquella mujer que quiere compatibilizar el trabajo y la maternidad porque ambas cosas la apasionan, aquella que debe trabajar por necesidad, aquella que no quiere abandonar su crecimiento personal por la maternidad y aquella que ha decido dedicarse 100% a la maternidad. El elegir una de esas opciones no te convierte en una mujer de mayor o menor categoría. Pero ya se ha hecho recurrente, que algunas madres que trabajan, piensen en nosotras, las que no lo hacemos, como mujeres de menor nivel.

Me pregunto si creen qué una esta todo el día descansando y viendo teleseries o programas de farándula, incluso se duda de nuestra inteligencia y cultura, al nivel que lo único que sabemos hablar es de niños, pañales, papillas, supermercado y cosas relacionadas con el hogar.

Me imagino que no tienen idea que nuestra labor de madres de tiempo completo, no solamente se limita a alimentar, sacar pañales y hacer dormir a nuestros hijos. Me pregunto si alguna vez estas madres han tenido que lavar varios calzones sucios con caca de sus hijos, mientras se les enseña a dejar los pañales, o si les enseñaron a comer solos, a caminar o compartir con demás niños, todo esto, dentro de las múltiples labores que amerita el cuidado de un niño. Seguro algunas sí lo han hecho los fines de semana, el resto del tiempo, lo hizo la tía del jardín, la nana o la abuela.

Quiero volver a recalcar que esta crítica no es en contra de la madre trabajadora, sino en contra de aquellas madres trabajadoras que alguna vez han denigrado con algún comentario o que han mirado como mujer de segunda categoría a la que tomó la opción de ser madre a tiempo completo, paradojicamente atentando contra su propio genero.

En mi caso, les puedo asegurar que no sólo puedo hablar de pañales, papillas y de la casa, sino que, así como muchas otras mujeres, también puedo tener un nivel de conversación mas elevado, hablar de política, contingencia y actualidad. Porque para nosotras, no sólo existen canales como Discovery Kids y Disney Junior, tampoco estamos ajenas a la lectura, y no precisamente de revistas como la Cosmopolitan y la Cosas.
 
Todas las madres merecemos respeto, sean adineradas o pobres, profesionales o no, trabajadoras o dueñas de casa. Todas amamos a nuestros hijos y hacemos lo imposible por ellos. Por lo mismo jamás existirán madres de primera o segunda categoría. Todas somos mujeres que decidimos ser madres y siempre desearemos ser las mejores.


4 de enero de 2012

Desafío: ¡¡Adiós Pañales!!


El domingo de Navidad comenzó nuestro desafío, y lo llamo así, pues desde un principio tuve claro que no sería nada de fácil conseguir que mi hijo dejara de usar pañales. No es porque no le tuviese fe a mi hijo, sino porque encuentro que es mucho más regalón que su hermana a esa edad, por lo mismo más inmaduro.

Pero aún así, me lance en esta odisea, al menos tenía dos meses para lograrlo, antes de su cirugía y la entrada al Jardín en marzo.

La técnica fue la misma que ocupe con mi hija, puedes leerla aquí, compre varios calzoncillos, le expliqué que ya no usaría pañales, que cuando quisiese hacer pipí, me dijera: “mamá: Pipí” para llevarlo al baño, etc, etc. Nada diferente de lo que hice con mi hija.

Ese domingo se hizo muchas veces, a tal punto que me quede sin calzoncillos, y él muy tranquilo, como si no le importara el mojarse. El lunes fue lo mismo y tuve que partir a comprar más ropa interior, sino, me pasaría el día lavando. Así transcurrió nuestra semana, sin ningún asomo de avance, a mi hijo realmente no le importaba mojarse diez veces al día, si lo llevaba al baño, me decía “listo”, pero no hacia nada, y a los cinco minutos estaba todo mojado.

Lo que más me impactaba era la indiferencia que mostraba al mojarse, ni vergüenza le daba, uf. A media semana tuve que comprar más calzoncillos (pensé en comprar 100, quizás al por mayor me saldrían más baratos, jaja), pues ya me había convencido que esto me costaría al menos varias semanas.

El viernes ya estaba desesperada, me mordía la lengua para no retarlo cada vez que se hacia pipí, mi paciencia ya estaba llegando a su mínima expresión y debo confesar que estuve a punto de abandonar la misión, incluso le comente a mi marido, que mejor lo dejábamos con pañales y lo intentábamos más adelante o de plano el próximo verano. Es que con 25 semanas de embarazo y con la tremenda panza que tengo, el agacharme, cambiarle de ropa y trapear el piso al menos siete veces al día me tenía agotadisima.

Pero a la vez, pensaba que no podía “tirar la esponja”, que mi hijo era un niño inteligente y solo debía darle tiempo, me propuse esperar otra semana como mínino. Al parecer mi pensamiento positivo surgió efecto pues el sábado en la mañana, el último día del año, le pregunté si quería ir al baño, me dijo que “sí”, y cual sería mi sorpresa y alegría que por primera vez hizo pipí en el baño, todos en casa saltamos de felicidad, mi hija corrió al baño a ver a su hermano, le aplaudimos juntas, mientras papá gritaba del dormitorio.

Durante el día, la única vez que se mojo, fue las veces que no alcanzamos a llegar al baño, jeje. Pero ya era un gran avance. Nuestro último día del año coincidió con el gran logro de mi pequeño.

Desde el domingo y hasta hoy, todo ha sido muy distinto, ya me avisa solito, no debo estar preguntándole a cada rato si quiere ir al baño. Donde este yo, corre a mi lado y me dice: “mamá: Pipí!!” y corremos al baño. No se imaginan el gran alivio y descanso que he tenido. Aún no le quito los pañales de noche, pero ya dos noche que amanece seco, veremos como nos va, aunque la verdad, no me preocupa mucho ese tema, no tengo apuro ni problema en que los use hasta que este preparado.

Debo destacar que en todo esta semana mi hija fue de gran ayuda, le hablaba a su hermano que ya no era un bebé y debía ir al baño solito, le preguntaba si quería ir al baño y me avisaba cuando se hacía pipí, cual mamá o vieja chica, jeje, definitivamente fue mi ayudante preferida.

Aunque muchas dirán que el proceso no fue tan largo, y solo duro una semana, para mí fue eterno, comparado con el de mi hija que fue bastante rápido. No sé tampoco porque uno se demoro más que el otro si con ambos ocupé la misma técnica, solo sé que mis hijos son muy distintos el uno del otro y cada cual tiene sus propios tiempos.

Hijo, ya estas listo para tu emancipación, estoy orgullosa de ti! (seguro en 12 años más cuando leas esto, me querrás matar, jeje)