El ser Mamá...

Antes de ser madre, siempre me encantaron los niños, pasaba largas horas al día, junto con mi hermana, con mis vecinitas desde que eran bebés, jugábamos, salíamos a pasear, de compras, nos bañábamos en la piscina, veíamos películas, etc, encontraba que ser mamá era muy fácil, era como jugar a las muñecas. 

Claro, yo solo estaba con ellas algunas horas en el día. Nada sabía de hacerlas dormir, cambiar varios pañales al día, darles de comer, bañarlas, vestirlas, hacer las tareas escolares, imponer reglas y castigos, no dormir en las noches cuando estaban enfermas o levantarse a medianoche a consolarlas si tenían pesadillas, entre las otras innumerables tareas que conlleva el ser madres.

Ahora que soy madre, me doy cuenta que es una pega nada fácil, por el contrario esta llena de altos y bajos, de alegrías y tristezas, triunfos y frustraciones. Como muchas veces se dice, una es un poco de todo, a veces somos doctora, psicóloga, profesora, estilista, diseñadora, chofer, chef, mucama, animadora, etc.

También creo, que ha pesar que sea un tarea difícil, es lo mejor que me ha pasado, es difícil explicar lo maravilloso que es ser madre. Y aunque muchas veces alegué, reclame y me sienta colapsada, (y a veces hasta bromee diciendo: "usen preservativo"). Si tuviera que volver el tiempo atrás, puedo asegurar que, sin pensarlo dos veces, volvería a ser madre.

El amor fiel y sincero de mis hijos hace que cada día aprenda algo nuevo, pone a pruebas todos mis limites de tolerancia y paciencia. Hace que al final del día, solo un beso y un abrazo de ellos, me hagan sentir una mujer plena y feliz.

No quiero terminar, sin agradecer infinitamente a mi madre, que aunque tengamos muchas diferencias (acerca de la maternidad), ha sido una gran madre toda la vida, incluso ahora que yo y mis hermanos somos adultos, gracias por tu amor y entrega desinteresada, te amamos.

Feliz Día también a todas nosotras, que día a día nos esforzamos por ser la mejores madres del mundo y aunque a veces no lo logremos, nunca dejamos, ni dejaremos de intentarlo. Ver a nuestros hijos crecer sanos y felices, es el mejor regalo que podemos recibir.

Quiero dejarles un pequeño regalo, este texto lo leyeron ayer en el colegio de mi hija, en la celebración del día de la madre, y me gusto mucho, así que lo comparto con ustedes:

El Hijo Preferido

Cierta vez le preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquél que ella más amaba. Y ella, dejando entrever una sonrisa, respondió: 
"Nada es más voluble que un corazón de madre". 
Y, como madre, le respondió: 

"El hijo predilecto, aquél a quien me dedico de cuerpo y alma:

Es mi hijo enfermo, hasta que sane.

El que partió, hasta que vuelva.

El que está cansado, hasta que descanse.

El que está con hambre, hasta que se alimente.

El que está con sed, hasta que beba.

El que está estudiando, hasta que aprenda.

El que está desnudo, hasta que se vista.

El que no trabaja, hasta que se emplee.

El que se enamora, hasta que se case.

El que se casa, hasta que conviva.

El que es padre, hasta que los crié.

El que prometió, hasta que cumpla.

El que debe, hasta que pague.

El que llora, hasta que calle."

Y con un semblante bien diferente a aquella sonrisa, finalizó: " El que ya me dejó, hasta que lo reencuentre."