16 de marzo de 2015

El Tesoro de Lilith

Hace mucho tiempo que tenía pendiente este post de recomendación de libro, sobre todo cuando son libros que no solo nos relatan un cuento, sino también nos ayudan a conversar con nuestros hijos, en este caso con nuestras hijas, de temas que nos cuesta o complica un poco hablar. Lo que mas me gusto del libro fue que trae una guía didáctica, que es lo primero que debes leer. 

Este libro lo compré hace casi dos años de regalo para la Mayor, pero dejaré pendiente para otro post la experiencia de leer este cuento con ella, mientras les dejo una reseña del libro, que la disfruten.


El Tesoro de Lilith, un cuento sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual.

¿Qué mejor regalo que acompañar a las niñas a conocerse y a amarse a sí mismas a través de un cuento?

¿Cómo hablar con nuestras hijas, nietas,… sobre el placer, la sexualidad, el cuerpo, la menstruación…?

¿Cómo fortalecer el vínculo de comunicación y confianza entre madres e hijas en la infancia?

¿Somos conscientes los padres y educadores que en la infancia la sexualidad y el placer a través del cuerpo es algo natural y positivo?

"Este libro esta pensado para niñas y mujeres de todas las edades, puesto que la magia de los cuentos y las metáforas reside en que te transmiten la información que necesitas en ese preciso momento de tu vida, a menudo sin que te des cuenta porque va directamente al inconsciente." Carla Trepat Casanovas. Autora e Ilustradora de El Tesoro de Lilith.

El tesoro de Lilith es una puerta para hablar con nuestras hijas sobre la sexualidad, el placer y el ciclo menstrual.

El primer paso empieza por explicar a nuestras hijas que tienen útero, que cuando se llenan de emoción y de amor, palpita con placer. Hemos de re-conquistar nuestros cuerpos y re-aprender a mecer nuestro útero, a conectar sus inervaciones voluntarias con las involuntarias; sentir su latido y acompasarlo con todo nuestro cuerpo…Las mujeres tenemos que contarnos muchas cosas. De mujer a mujer, de mujer a niña, de madre a hija, de vientre a vientre…

¿Cómo ayudar a mi hija a tener una sexualidad saludable y sana?

El tesoro de Lilith nos ayudará a transmitir a las niñas (y a nuestra propia niña interna) la belleza y el poder de la sexualidad femenina para que pueda caminar con seguridad y confianza.

Por otro lado, servirá de excusa para abrir diálogos sobre este tema y para que las niñas tengan estímulos cerca que les permitan incorporarlo en su vida y plantearnos preguntas al respecto.

Los órganos sexuales de las niñas

¡Qué distinta es la vida de una mujer que sabe cómo es su cuerpo y conoce su funcionamiento desde pequeña! Para que así sea, debemos incluir estos órganos en su cotidianidad, hablando de ellos y mostrándolos a través de imágenes o del propio cuerpo de la madre.

En este cuento se pone especial énfasis en representar el útero —la Flor de la Vida— en el cuerpo de la mujer, puesto que es un órgano muy poderoso totalmente olvidado por nuestra sociedad, imprescindible para el ciclo menstrual y el ciclo de reproducción, para el placer (tanto para la excitación como para el orgasmo) y para la intuición (es el centro intuitivo de la mujer).

Nadie habla sobre él, de modo que crecemos ignorándolo y muchas mujeres adultas no lo percibimos ni lo sabemos localizar en nuestro cuerpo.

El ciclo menstrual

Desde el punto de vista de la sexualidad, la vida de la mujer puede dividirse en tres grandes etapas: la infancia, la etapa fértil y la madurez. Durante la etapa fértil somos cíclicas, es decir, vivimos al ritmo de un patrón que se repite periódicamente (el ciclo menstrual y el ciclo de reproducción), mientras que durante la infancia y la madurez somos lineales. Todas las mujeres necesitamos interiorizar este saber sobre nuestra biografía desde bien pequeñas.

La menarquía

Llamamos menarquía a la primera menstruación. Aunque el paso de la etapa infantil a la etapa fértil se desarrolla durante un periodo de transición de unos cinco a diez años (la adolescencia), la menarquía es un evento que marca simbólicamente este cambio y que debe ser acompañado con especial atención.

Una niña cuya familia comprenda el funcionamiento del ciclo menstrual y respete y celebre los estados y necesidades de la mujer en cada fase esperará con ilusión su menarquía.

Las fases del ciclo menstrual

En El tesoro de Lilith se explican los cambios que vivimos las mujeres en cada fase del ciclo a través de dos imágenes: la Flor de la Vida (representando lo que ocurre en el aparato sexual) y la del árbol Abuela Margarita junto con Lilith (simbolizando los cambios en el estado general de la mujer).

El ciclo menstrual es muy fácil de entender si imaginamos que cada fase corresponde a una estación: la preovultoria a la primavera, la ovulatoria al verano, la premenstrual al otoño y la menstrual al invierno. Por esta razón, el árbol Abuela Margarita ilustra una estación distinta en cada fase del ciclo, y junto con la actitud de Lilith transmiten la esencia de cada fase.

En las imágenes de la Flor de la Vida encontrarás los principales protagonistas de la actividad en el aparato sexual durante el ciclo menstrual: el endometrio, el óvulo y el moco cervical.

Las niñas siempre están preparadas para escuchar la fascinante historia del ciclo menstrual y el ciclo de reproducción. Eso sí, como un cuento, con personajes y emociones, no como una clase magistral sobre biología humana despegada de su realidad.

Las mariposas: El placer

La fisiología del placer forma parte del ser humano y está activa desde antes de nacer (las erecciones, por ejemplo, son comunes durante la etapa gestacional). Las niñas sienten placer y se excitan desde pequeñas. En estos casos podemos observar coloración de la piel, cambios en el ritmo cardíaco y respiratorio, atención ausente del entorno, hipertonía muscular y posterior relajación (López, 2005).

Sin embargo, la vivencia de la sexualidad es muy distinta de la de los adultos puesto que, sobre todo durante los primeros seis años de vida, es una forma más de juego espontáneo. De esta manera, entran y salen de la excitación sexual como parte del juego constante que es su vida. La belleza de la sexualidad durante la infancia es que el placer está descentralizado y corre libremente por todo el cuerpo porque aún no ha sido restringido y clasificado por la cultura como en la sexualidad adulta.

Una educación sexual saludable implica aceptar que los niños y niñas son seres sexuales y que la sexualidad es un aspecto positivo de la vida humana que no hay que reprimir sino acompañar, ayudando a esa personita a que pueda desarrollarse de forma espontánea y segura.


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