31 de octubre de 2012

Esas preguntas que incomodan

Desde que soy mamá he pensado y me he preguntado cómo responder ciertas inquietudes y preguntas que tendrán mis hijos a medida que van creciendo. Por supuesto hay preguntas más complejas que otras, pero cuando llega ese momento una generalmente no está preparada.

La Mayor hace bastante tiempo que hace preguntas difíciles, sobre todo algunas que ni una misma tiene claro. Pero hace un par de semanas me hizo la pregunta más difícil de todas para contestar, al menos para mí.

Una noche ella estaba acostada, lista para dormir y de repente me dice: “Mami, ¿cómo nacen los bebés?”, yo inocentemente le respondí lo que muchas veces le había contado del nacimiento de ella y sus hermanos, “que al principio eran una semillita que fue creciendo y creciendo dentro de la guatita de la mamá y que nacían después de varios meses cuando el bebé había crecido lo suficiente y estaba listo para salir”. A lo que ella me responde: “no mamá, si eso ya lo sé, pero ¿cómo pasa eso?”, “nacen por la vagina de la mamá” le respondí. Nuevamente me dice: “pero mamá, si eso ya me lo has contado, lo que no entiendo es cómo llega esa semillita a la guatita de la mamá”.

Uf! ¿No es muy chica para preguntar eso?, pensé. Reconozco que me tupí, no supe que responder. Como una niña, me puse nerviosa y estuve un par de minutos callada, pensando y pensando que responder. En eso estaba, pensando, cuando me dice: “¡Ya po mamá!, ¿cómo llega la semillita?”. “Hija, la semillita llega ahí del amor de la mamá con el papá, porque se aman mucho”. Por supuesto no se quedo tranquila con tan vaga respuesta y siguió insistiendo, que no entendía y que le explicará bien.

A esas alturas, ya desesperada por no saber que responder, porque ¿cómo le iba a explicar en qué consiste el acto sexual?, empecé con muchas explicaciones tontas: que ya era muy tarde y tenía que dormir, que mañana le podía explicar, que le preguntara al papá mejor, que esto o que lo aquello. Al rato y seguramente al ver que no lograría una respuesta clara, se quedo dormida, sin seguir insistiendo.

Sé que lo hice pésimo, que debería haber estado preparada para cuándo llegará esa pregunta, al fin y al cabo ya tiene 6 años. Al otro día ya no se acordó de la pregunta y hasta el momento no me la ha vuelto a hacer. Pero sé que pronto lo hará de nuevo, y aun no se que responder. Le conté a mi marido y el es de la idea de explicarle las cosas como son (claro! Como no será él quien le explique) pero yo no sé si debemos hacerlo o no.

Me he propuesto leer al respecto, pero por falta de tiempo y olvido no lo he hecho, pero creo que no debo dilatar más el tema y empezar ahora ver como responderé, porque tarde o temprano mi ya no tan pequeña hija volverá a preguntar.

16 de octubre de 2012

Efecto Hombre Araña

De mi columna en Revista Carrusel

Aún no sé como el Mediano se hizo fanático del hombre araña, me imagino que fue por sus compañeros del Jardín, porque aquí en casa, nunca había visto esos dibujos animados en televisión, pero sí recuerdo que todo comenzó en agosto pasado, para la celebración del día del niño en el Jardín y debía ir disfrazado, al preguntarle si quería ir de pirata, que hasta esa fecha era de lo único que hablaba, me responde: “¡No! Quiero ir del ombe arana”.

Al principio no le creí mucho, incluso le compre el disfraz pensando que no se lo pondría, pero cuál sería mi sorpresa que apenas lo vio, se lo quiso poner y ya no sacar nunca más. Desde ese momento todo lo relativo al hombre araña le fascina.

Pide constantemente ver videos en el computador o en el celular - su favorito es un mix con las canciones de inicio de la seria – además su cumpleaños fue con esa temática y quedo encantado con la torta, la piñata y todo lo relativo a su personaje favorito que preparamos para ese día tan especial, así también sus ojitos brillaban de felicidad con cada regalo que habría y era un juguete del hombre araña, incluso la ropa que le regalaron cuando la usa pasa días con ella, sin querer sacársela, a tal punto de dormir con ella.

Cuándo le pregunto: ¿Quién es mi principito? Me responde: “¡Yo no!, mamá: yo soy el ombe arana”. Todos sus juegos son relativos a él, dice que el hombre araña es bueno, que toma mamadera y usa pañales igual que él, que vuela y pica a los malos, porque es una araña.

Recuerdo que siempre me llamo la atención cuando veía en la calle a niñitas vestidas de princesas o niños vestidos de superhéroes y pensaba que era a los padres los que les gustaba vestirlos así, pero ahora comprendo que realmente son los niños los que piden disfrazarse o vestirse de sus personajes favoritos. Si ya me ha tocado tener días disfrazado a mi Mediano de spiderman.

Por lo visto esto de ser fanático del hombre araña tiene para rato porque cada día que pasa lo noto más entusiasmado con el “Ombe Arana”. Todo bien mientras no se le ocurra andar trepando las paredes o saltando de edificio en edificio, jeje.


 


9 de octubre de 2012

Apestados


La Varicela o peste cristal, nos venía persiguiendo desde hace meses, hasta que al fin nos alcanzo, pillando primero al Mediano. El viernes le encontré unas pintas en la espalda, que en unas pocas horas se expandieron por brazos, piernas y su pancita.
 
Con el temor de que fuera peste conseguí una hora para el doctor ese mismo día en la tarde, y lamentablemente confirmamos nuestras sospechas, tenía varicela. Aunque según la doctora le agarro bien suave, pues no tuvo fiebre ni otros síntomas asociados a esta peste, salvo las pintas, ya convertidas en granos bien feos, que afortunadamente son bien pocos.
 
Lo malo es que la Varicela llego en la peor fecha y época del año, arruinando un sinfín de panoramas y eventos que teníamos programados para el fin de semana que paso y para los venideros.
 
El sábado reciente teníamos una reunión familiar muy esperada, la visita de mi prima desde Australia con sus dos hijitas (de 2,6 años y 6 años), hacia 4 años que no nos veíamos y les teníamos preparada una sorpresa a sus niñitas, que estuvimos a punto de suspender, o sea, que fome venir a Chile de vacaciones y terminar agarrándote una peste. Por suerte y muy amorosamente mi marido se ofreció a quedarse encerrado en nuestro depto con el Mediano y no ir a la reunión, a fin de no contagiar al resto de los niños. La reunión y sorpresa fue hermosa, aunque extrañando la presencia de mi Mediano y marido.
 
Lo que si hemos tenido que suspender es la fiesta de cumpleaños de la Mayor, que se celebraría este sábado, pues no tenemos la certeza que todas las pintas del Mediano hayan cicatrizado para esa fecha, y mientras no cicatricen todas, aun andará contagiando. La más triste, por supuesto fue mi hija, pues ya tenía todas sus invitaciones mandadas y estaba muy entusiasmada por su fiesta y que ahora deberá esperar hasta el próximo mes para celebrarla.
 
Lo que de verdad me preocupa mucho más que los eventos que teníamos, es que se haya contagiado el Menor, pues es el único de mis hijos que no está vacunado y podría darle muy fuerte, no quiero ni imaginar lo que va a sufrir mi pequeño si se llena de granos molestos. Por lo que tomamos la decisión de dejar al Mediano, por esta semana, en casa de mis padres, a fin de evitar el contagio con sus hermanos, pensado de que no los contagió antes. Lo que no sabremos hasta que aparezcan los síntomas, pues el periodo de incubación puede durar hasta 21 días. La precaución va más que nada por proteger al Menor.
 
Por supuesto, el más feliz con todo esto de la peste es el Mediano, que esta pasándolo de maravillas con estas mini vacaciones en casa de los abuelos y ni cuenta se ha dado de los granos que tiene en su cuerpo - por suerte no tiene en la cara, ni en la cabeza, porque vi unas fotos en internet que casi me morí - los que gracias a la vacuna y los remedios recetados no le han picado ni molestado y muchos ya están bien cicatrizados.
 
Veremos cómo nos va en los próximos días y semanas, si nos salvamos o por estos lados seguiremos “apestados”.

3 de octubre de 2012

6 añitos

Hace 6 años la vida me dio la oportunidad de convertirme en madre por primera vez. Un día como hoy, a las 10:01 de la mañana, nacía mi hija, la Mayor, la que ha llenado mi cabeza de canas y mi corazón de felicidad, la que desde el primer momento que vi sus ojos, supe que podría dar mi vida por ese puntito que tenía en mis brazos, que me dedicaría por completo a verla feliz y que cumpliera todos sus sueños.

Ha sido una ardua tarea, ser mamá no es tan fácil como lo imaginaba, hemos tenido días muy buenos y también días malos, pero lo que nunca ha faltado en nuestra relación es el amor y la confianza. Hemos peleado, también perdonado y muchas veces llorado, pero siempre nos hemos amado.

Esta princesita ilumina mi vida con todas sus locuras, con su hiperactividad, con su risa contagiante, con su voz chillona, con las canciones que inventa todo el día y también con sus bailes, con sus pataletas y arrebatos, con su obstinado orgullo, con su constante timidez, con sus preguntas indiscretas y su constante querer saber y controlarlo todo, con su forma de amar y cuidar a sus hermanos, con sus besos y abrazos, incluso con su tan particular llanto teatral.

Desearía haberla cargado más en brazos, haberla amamantado más y haberla acurrucado más en mi cama, haberla castigado menos y abrazado más, haberla consolado más y dejarla llorar menos. Sé que muchas veces me he equivocado y cometido errores, pero cada día trato de aprender de ellos, pedir perdón y tratar de no repetirlos.

Y a pesar de todos mis errores y torpezas en su crianza sé que es una niña feliz y seguiré trabajando para que así sea, para que pueda cumplir todos sus sueños, sin importar si quiere ser doctora, ingeniera, actriz, cantora, deportista o hippie, siempre me tendrá a su lado para apoyarla y motivarla.

Hija, te amo con todo el alma, cuerpo y corazón…

¡¡Feliz cumpleaños princesita!!