29 de mayo de 2012

¿Cuándo crecieron?

Un sentimiento de melancolía me acompaña desde hace días o bien semanas, al darme cuenta de como han crecido mis hijos, si parece que fue ayer cuando los tuve en mis brazos como tengo ahora a el Menor.

La Mayor paso de ser una niñita mimada que ni vestirse sabia, ha ducharse y vestirse sola, pasar de la silla de auto ha usar alzador y abrocharse sola el cinturón, a empezar a leer y escribir, o bien hablar de organizar pijamadas con sus amigas, aunque aún sigue siendo una niñita mimada.

Quizás por el que más melancolía siento es por el Mediano, desde que nació el Menor  dejo de ser el pequeño bebé de la casa, lo encuentro tan alto, tan grande, sus manitos ahora son manos, al tomarlo en brazos ya no es tan liviano, habla tanto y entiende todo.

A veces hasta siento culpa, la misma que sentí con la Mayor cuando él nació, culpa de haberle arrebatado su lugar de “conchito”, ya no es el centro de atención, ni las primeras miradas no son para él, tampoco preguntan por él primero, esos privilegios ahora son de el Menor.

De ahora en adelante mis hijos tendrán sus momentos de reinado en sus cumpleaños o cuando se les caiga el primer diente, cuando saquen una buena nota en el colegio o presenten una obra, cuando se gradúen, cuando entren a la Universidad y se titulen, cuando se casen o reciban un ascenso, cuando tengan hijos, etc, etc.

Y claro, todos hemos pasado por eso, la vida es así. Pero no por eso dejo de sentir culpa de haber hecho crecer a mis hijos demasiado rápido, por eso, no me critiquen cuando los consuele demasiado, los quiera vestir o dar la comida, quiera dormir con ellos o abrocharles sus zapatos, pues mañana ya no serán mis pequeños niños.

25 de mayo de 2012

Me voy de la casa

Como siempre mi hija tiene las respuestas más insólitas y creativas, hay veces que incluso en vez de espantarme, me sacan alguna carcajada. Por supuesto, varias de esas respuestas son consecuencia de mis retos a sus porfías, por que últimamente no es capaz de entender cuando una le dice que NO haga algo y debo repetírselo mínimo unas tres veces.

Hoy no fue la excepción, después de repetirle como 4 veces - de la manera más amorosa -  que no debía sacar los hilos de la colcha de mi cama, ella seguía sin obedecer, la quinta vez se gano el reto y la amenaza de salir de mi dormitorio y no dejarla volver si esta vez no me hacia caso, a lo cual me miro indignada y con su llanto melodramático sin lagrimas, se baja de la cama y me dice:

“¡Mejor me voy de la casa!”, la mire y no pude evitar reírme, “¿y para dónde te vas a ir?” le pregunté, “¡a una casa donde me dejen hacer lo que yo quiera!” respondió y salió caminando enojada de mi dormitorio. No paso ni un minuto y volvió a mi lado, entonces le digo “bueno ¿y no que te ibas de la casa? ¿Porque te devolviste? Y me responde tranquila y muy amorosamente: “es que te iba a extrañar mucho”. Aguantando la risa, la abrace y le dije: “yo también te iba a extrañar mucho”.

Para coronar el día, cuando llego la hora de dormir, lo hizo refunfuñando y diciendo: “que le gustaría ser grande para dormirse tarde, que quería dormir en mi cama, que quería ver tele más rato, etc.”, le dije que eso lo podíamos hacer los fines de semana o los días en que no iba al colegio, a lo que me responde: “tu no quieres que yo sea feliz”, no sabía si llorar o reír, así que le pregunte porque decía eso “porque me gustaría que tu fueras una mamá que me dejara hacer todo lo que yo quisiera” respondió, - ¿como? Si entre suma y resta siempre hace lo que ella quiere, pensé -, obviamente tuve que explicarle que yo la dejaba hacer muchas cosas que ella quería, pero hay otras que ella, por ser una niña, no puede hacer, que igual yo la amaba mucho a pesar de no dejarla hacer esas cosas. Me mira y dice sonriendo: “Sí, si sé” y le di su beso de buenas noches.

A veces me pregunto de donde saca tanta cosa. Muchas veces sus respuestas sacan muchas risas, otras hacen que me enoje más y otras que me preocupe. Por supuesto, con respuestas como la última, no dejo de cuestionarme si lo estaré haciendo bien con mi forma de criarlos. Por eso me gusta mirarlos a los ojos cuando me hablan, gritan o lloran pues creo que puedo identificar como se sienten a través de ellos.

23 de mayo de 2012

Una semana para el olvido

La última semana y media ha sido terrible, todos los virus cayeron juntos en casa y por supuesto entre tanto moco, vomito, diarrea, tos, visitas al pediatra, niños y pataletas, termine un día colapsando.

Por más cuidados y precauciones que tomamos, el Menor se resfrió, durante una semana estuvo con tos y congestión nasal, pero ya esta mejor, sin tos ni moquitos. Obviamente entre medio le tomaron el examen del Sincicial y fuimos un par de veces a la pediatra.

La Mayor también resfriada con una tos horrible, estuvo tomando medicamentos, pero no se le quito, el doctor no encontró necesario recetar antibióticos, por lo que esperaré que la tos vaya en descenso, al menos hoy ha sido menos.

El más complicado ha sido el Mediano, hace 11 días empezó  con diarrea, incluso los primeros días estuvo con fiebre y vómitos, visitamos la pediatra y dio dieta blanda y mucha hidratación. Pero el pobre no quería comer ni tomar nada, tuve que ponerle los pañales pues día y noche había que cambiarlo debido a la abundante diarrea. Comprenderán el estrés de obligarlo a tomar agua, ponerle los pañales, cambiarlo a cada rato, verlo decaído, lavarme las manos y desinfectar con cloro a cada instante el baño, y la gran preocupación que no se contagiaran del virus la Mayor y el Menor, uf.

Todo esto me hizo explotar el jueves, en el momento en que me senté a almorzar - cerca de las cuatro de la tarde - la Mayor empezó con berrinches y llantos porque quería algo, no recuerdo que, y le dije que NO, y como por apoyo moral y no sé por qué motivo empezó a llorar y a patalear el Mediano, era una locura, no entendía como no me dejaban en paz cinco minutos al menos para comer. Tome a la Mayor y la mande castigada a su dormitorio, lo mismo hice con el Mediano y lo lleve a mi dormitorio, el llanto de los dos era de locos. Agarre las llaves del auto y salí. No crean que en mi arrebato deje a mis hijos solos en casa. Se quedaron con mi mamá.

Me subí al auto y aproveche de ir a compras a la farmacia por algo que me faltaba. Fue lo mejor que pude hacer, porque despeje mi mente y me calme. Estuve cerca de una hora fuera de casa, al volver la Mayor era una seda y el Mediano, pobrecito, se había dormido. Sé que ha sido una semana dificil para todos en esta familia, la Mayor se ha visto desplazada por su hermano enfermo y su hermano bebé que no se puede descuidar. Para el Mediano tampoco ha sido fácil, sentirse enfermo y decaído, sin poder comer y para colmo que los papás lo obliguen a tomar agua o remedios, no debe ser muy entretenido.

Si bien estos dos últimos días han sido mejores y estoy segura que esta semana será mejor, no deja de preocuparnos que el Mediano sigue con diarrea, aunque han bajado en frecuencia. Aun así la pediatra nos derivo al gastroenterólogo, pues los exámenes que le practicaron el fin de semana salieron negativos y para ella no es normal que estos estén buenos y la diarrea continúe.

Por lo que ahora voy pedir hora con su gastroenteróloga que lo trataba de su Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca y ver que opina, esperemos no tenga nada que ver con su alergia que ya tenía superada y solo sea un virus de los tantos de moda que andan en el ambiente.

16 de mayo de 2012

Mi vida con hijos punto com

Quiero compartir este reportaje que fue publicado hace un par de semanas en la Revista Mujer del periódico La Tercera, que habla sobre el "fenómeno" de las mamás 2.0 y el relato de sus vidas en el ciberespacio, muchas como formula de escape y desahogo, el cual en Chile crece poco a poco.

En el artículo citan varios blog de mamás chilenas, entre ellos 100% Mamá, en un principio el reportaje era una entrevista mucho más extensa a las autoras de cada blog, del porque decidimos escribir y contar nuestras vidas en un blog, pero termino en solo un párrafo, cosas de la edición. A continuación transcribo en forma integra este interesante artículo:

Mamás Bloggers: Mi vida con hijos.com

Contó sobre las duras críticas que le hizo a su hermana con respecto a las decisiones que tomaba como mamá, cuando ella era soltera sin hijos. Sobre el descalabro familiar que acarreó su decisión de dejar de ser mormona. Acerca de su depresión posparto. Sobre las margaritas de su hija Marlo y de cómo una señora en la consulta médica le dijo que estas se debían a una malformación del músculo de la mejilla. El 17 de enero de este año, Heather Armstrong, creadora del blog Dooce (www.dooce.com), catalogada por el New York Times como “la reina de las mamás bloggers” y la única bloguera en aparecer en la lista Forbes de las mujeres más influyentes en los medios de comunicación, escribió sobre cómo le explicó a su hija que su papá ya no volvería a casa. El posteo obtuvo 462 comentarios de apoyo.

Joanna Goddard, ex columnista de la revista Glamour y actual blogger de Condé Nast Traveler, recomienda productos, recetas y ropa en su blog personal A Cup of Jo (joannagoddard.blogspot.com). Publica guías de regalos para el Día del Padre, San Valentín o la efeméride que corresponda, rutas para andar en bicicleta y de sus lugares favoritos en Nueva York, ciudad en la que reside. Sin embargo, los posteos que acumulan más comentarios son los que publica los lunes, denominados como “Motherhood Mondays”, donde habla de su experiencia como mamá. El posteo en el que consultó a sus lectoras si se paseaban cómodas sin ropa delante de sus retoños, reunió 208 respuestas.  La vida actual, que obliga a pasar cada vez menos tiempo con la familia y más horas frente a un computador, lleva a embarazadas, puérperas y primerizas a buscar compañía y solidaridad en la web. De hecho, el acotado estudio New Mothers and media use: associations between blogging, social networking, and Maternal Well-being, realizado por Brandon McDaniel, de la Universidad de Pennsylvania, lo sugiere. Después de cotejar las respuestas de 157 mamás principiantes sobre estrés familiar, relación de pareja, soledad y aislamiento, los resultados revelaron que bloguear mejoraba su bienestar emocional.

DE CONSUMO Y ARMAS TOMAR
Si bien estos grupos virtuales de maternidad se han construido casi en silencio, ya están en la mira de las grandes compañías. La empresa de análisis digital eMarketer.com estimó en 2010 que existían cerca de cuatro millones de madres blogueras y alrededor de 32 millones de mamás que navegaban a diario en internet, solo en Estados Unidos. La investigación que realizó el año pasado BlogHer, una plataforma que presta asesorías de comunicación estratégica a sitios creados por mujeres, indicó que el 88 por ciento de las usuarias de blogs confía en la información que estos publican. Esa credibilidad y poder de influencia los transforman en sitios atractivos comercialmente y, de paso, a sus creadoras en las embajadoras idóneas para posicionar productos y marcas.

Sin embargo, no todo es tan fácil para el mercado y sus consortes, los publicistas. Así como hay blogs que optan por ayudar a bajar el nivel de estrés que genera la crianza entregando datos y recomendaciones, no desde una postura crítica del sistema, hay otros que surgen desde una profunda reflexión sobre la maternidad y la construcción de la identidad femenina, y que buscan, por lo tanto, ser generadores de conciencia.

En España, blogs como Reeducando a mamá (reeducandoamama.blogspot.com), Maternidad diferente (maternidaddiferente.blogspot.com), Mamá sin complejos (mamasincomplejos.blogspot.com) y Aprendiz de madre (aprendizdemadre.wordpress.com), por nombrar algunos, tienen logos en los que indican si son lactivistas, seguidoras del parto humanizado, del colecho o adherentes a Conciliación Real Ya (CRYA), un movimiento que busca compatibilizar la maternidad y/o paternidad con el trabajo. La idea surgió tras un posteo de Marta Gual en su blog (maamapellapellcorambcor.blogspot.com), en donde preguntaba qué se podía hacer para no tener que dejar a su hija en manos de terceros. Su interrogante, lanzada sin mayor ambición más que la de encontrar consuelo, movilizó a más de mil personas a través de Facebook y Twitter, las que rápidamente se organizaron para fundar el grupo en septiembre de 2011.

MAMAS 2.0
En Chile no es posible hablar todavía de un fenómeno, pero sí de mamás que bloguean hace al menos un par de años. Una es Claudia Campos Canifrú, la mujer detrás del deslenguado Soy terrible e’chucheta (www.cronicaschuchetas.cl), un blog que más que de maternidad, trata sobre la vida de una mujer casada, madre de una niña de 2 años y ocho meses. “Me pasó que cuando estuve embarazada no encontré en ninguna parte la verdad de lo mal que uno se siente, de los sentimientos encontrados, de la parte más fea del embarazo. Poco menos que eres la Virgen María con Jesús en el vientre, y no es tan así”, dice.

Vanina Rosenthal llegó a Santiago desde Buenos Aires, no tenía trabajo. Pasaba los días en función de sus dos hijas, matando las horas tomando café con sus amigas para luego ir a buscarlas al colegio. Pero cuando una estilista le preguntó a qué se dedicaba y ella le respondió que a ser madre, algo cambió. “Sentí que esa definición no me representaba”, revela. “Ese mismo día llegué a casa y creé el blog, para que la próxima vez que alguien me preguntara pudiera decir que era periodista y bloguera, además de madre y esposa”.

En su blog Malas madres (somosmalasmadres.blogspot.com) escribe sobre la relación calidad y cantidad de tiempo que se pasa con los hijos, sobre la exigencia en la educación inicial en Chile, las diferencias entre las mujeres que trabajan y las que no trabajan, entre otros temas. “Lo importante es que escribo con respeto por quienes no piensan como yo. Tengo amigas que se ocupan de sus hijos de una manera admirable y eso las satisface como mujeres. No necesitan hacer otra cosa y no les importa haberse titulado en una carrera que les gusta. No es mi caso, pero las respeto. Y pretendo que quienes no opinan así también respeten la posibilidad de que una mujer en la plenitud de su carrera no quiera dejar de lado su profesión”, explica.

Pamela Azócar, autora de Cien por ciento mamá (www.cienporcientomama.com), recuerda: “Empecé a escribir cuando mi hija tenía 4 años y mi hijo 10 meses. En un momento colapsé, creí que era una pésima madre y me agotaba serlo. Mi marido me motivó a escribir y un día me lancé, pensándolo más como un diario de vida”. Hoy, su sitio registra más de 77 mil visitas y ocupa el puesto número 16 de Madresfera, un ranking semanal de los mejores blogs de madres y padres en castellano.

Para Ángeles Tormo, su blog Mamá con gracia (mamacongracia.blogspot.com) es como un diario en el que recopila todo lo que le sucede. “Escribo sobre lo que hago, de las etapas que vive mi hijo, sobre todos los cambios que van ocurriéndonos a ambos”, dice. “Creo que la necesidad de sentir un feedback del trabajo de ser mamá es superlógico: es a lo que uno le dedica más tiempo y amor en la vida. Y uno se sorprende bastante de lo que uno es capaz de hacer y sentir en esta nueva experiencia”.

“A través de un clic te encuentras con personas que han pasado por experiencias parecidas, y al compartirlas viene la tranquilidad. Algunas escriben desde la felicidad, otras desde la superación. Otras del día a día y algunas, como yo, de lo que me soluciona un poco la vida y que espero que les sirva a otras”, cuenta Javiera Belmar. Su sitio, I am canguro (www.iamcanguro.cl), está compuesto por un blog en donde publica datos, recetas saludables, lugares para ir con los niños y una tienda online en la que vende productos usados, en buen estado.

Algo semejante opina Magdalena Hurtado, editora de DienteLeche (www.dienteleche.com), un blog sobre niños, para padres y los que los crían, como dice su eslogan, formado por Paty Leiva y su equipo de Zancada. “Creo que hay miles de emociones mezcladas cuando vives con niños alrededor, y compartirlas baja los niveles de angustia y amplifica la felicidad. A veces tenemos lectoras que cuentan que están embarazadas antes de decirle a su familia. Se sienten libres en ese anonimato como para exteriorizar sus inseguridades”.

Para leer el articulo original, presiona aquí

11 de mayo de 2012

¿Qué pasa cuando llega un nuevo hermano?

 
La llegada de un nuevo hermano trae una serie de trastornos y cambios dentro del núcleo familiar, en particular con los hermanos mayores, algunos pueden sentirse desplazados, desatendidos, o incluso que el amor de los padres ya no es el mismo.

Recuerdo cuando nació el Mediano, la Mayor lo tomo muy bien, era feliz con su hermano, pues por fin era la hermana mayor. Fue mi gran ayudante, lo cuidaba y mimaba mucho, ella quería estar en todas y hacer todo desde mudarlo, bañarlo hasta hacerlo dormir, todo lo que hacia yo, también lo quería hacer, el cambio mas notorio en su comportamiento fue que no se separaba de mí un instante.
Creo que lo bien que tomo la llegada de su hermano se debió a que fue participe de todo el proceso, desde el test de embarazo hasta la última ecografía y control medico. Con este nuevo embarazo quisimos repetir la formula y mis dos hijos estuvieron presente en todo (controles, ecografías, compras para el bebé, etc.).

Además, cuando llego su hermanito a casa, las cosas y rutinas no han variaron mucho, hemos tratado que nuestras vidas estén centradas en el bebé, por lo mismo en esta casa ellos corren, saltan, gritan y juegan como antes, por suerte “el menor” duerme apaciblemente aunque pase el orfeón de carabineros por arriba de él. Por supuesto las muestras de amor y cariño hacia ellos no han disminuido, por el contrario, han aumentado.

Mi gran preocupación que existieran celos era con el Mediano, que siempre ha sido demasiado regalón y apegado a mí, como se dice “un mamón extremo”. Por eso pensé que para la mayor sería más fácil y no me daría problemas, pero estaba equivocada.
Si bien mis hijos son unos niños muy amorosos con el Menor y están pendientes de él, por ejemplo corren a calmarlo cuando esta llorando, me ayudan a mudarlo o bañarlo y están siempre atosigándolo de besos y caricias, en resumen, son unos grandiosos hermanos mayores, es el comportamiento de ambos el que me esta causando pequeños inconvenientes.

Se han vuelto extremadamente desobedientes, les gusta desafiarme, las peleas entre ellos han aumentado, cuando estoy amamantando ellos tienen que estar encima y lo que generalmente termina en pelea por quien de los dos esta más cerca mio.
En el caso de la Mayor, basta que escuche de mis labios la palabra NO para que se tire al piso y empiece a llorar, cual pataletas y berrinches de dos años, no quiere hacer sus tareas escolares y la sensibilidad en ella esta a flor de piel.

El Mediano también anda más sensible, pero lo peor es que ha retrocedido con el control de esfínter, el pipí lo avisa o va al baño solito sin problemas, pero con la caquita hemos topado, casi todos los días (por no decir: todos) se hace sin avisar. Ya no sé que hacer, pero si de algo estoy segura es que prefiero estar cambiándolo diez veces en el día antes de volver a los pañales, además estoy segura que no se estará haciendo por siempre, algún día deberá volver a avisar.
Sé que el comportamiento de mis hijos y esto de los celos es algo momentáneo, por lo demás, totalmente normal y comprensible, pues de alguna forma ellos deben hacerse notar y recuperar el espacio que creen haber perdido, nada que el amor, los besos y abrazos no puedan solucionar. También sé que pronto pasara y que solo basta una sonrisa o un “te quiero” para que me derrita y vuelvan mis niños exquisitos, pero les confieso que a veces no es nada agradable lidiar con estos peques y sus constantes cambios de temperamento.

7 de mayo de 2012

Los Miedos

Cuando nace un hijo, sea este el primero o el tercero, una no deja de sentir miedos e inseguridades, por supuesto a medida que tienes mas experiencia, en mi caso, con un tercer hijo estos miedos son menores, pero no dejan de existir.

Mi mayor miedo con mis tres hijos ha sido el de la muerte súbita, lo que me ha hecho, y hace estar constantemente monitoreando cuando duermen si están respirando o no, sea de día o de noche, es algo que así tenga 10 hijos, no voy a dejar de hacer.

Ahora, otro temor y el que me tiene muy preocupada estos días es que el menor se resfríe, sobre todo por que la mayor y el mediano están muy resfriados, son una fabrica de mocos, flemas y tos. Por lo mismo debo andar todo el día pendiente que no tosan cerca de su hermanito, ni lo besen ni estén muy encima de él, lo que es muy difícil que entiendan y me obedezcan.

Mi miedo y casi paranoia al resfrío, es porque cuando el mediano tenía solo 18 días de vida  tuvimos que internarlo en la clínica por Virus Sincicial, estuvo 6 días hospitalizado, incluso con kinesioterapia debido a su gran congestión nasal, por suerte no fue tan grave, pues no paso a bronquitis ni neumonía, como sucede en el común de los casos. Aún así la experiencia de ver a mi hijo tan pequeño e indefenso hospitalizado fue terrible.

Se preguntaran como se contagio del virus, bueno, la respuesta es que la mayor estaba con bronquitis días antes y ella fue el foco de infección. Yo sé que es imposible que los niños no se contagien estando dentro de la misma casa, tampoco pienso aislarlos a ellos o al menor, pero sí al menos quiero hacer todo lo posible por evitarlo. Por lo que he tomado algunas medidas para reducir el riesgo y aunque me crean exagerada y algun@s se ofendan, la salud de mi hijo esta primero.

Algunas de estas medidas son, por ejemplo, que el menor no va al mall, ni al supermercado, ni a eventos públicos, también evitar contacto con más niños que no sean sus hermanos, más aun si son niños resfriados, además todo el mundo antes de tocar al menor debe lavarse las manos, en especial si vienen llegando del trabajo o la calle, esto corre para papá, abuelos, tíos, hermanos y visitas en general.

También espero apelar a la conciencia y comprensión de familiares y amigos de evitar visitas si se encuentran resfriados, y a la vez comprender que no asistamos a cumpleaños o celebraciones, más aun si estamos entrando al invierno y los fríos ya se están haciendo notar, sin contar con los niveles de contaminación de Santiago que van en aumento.

Si bien estoy segura que el menor no se librará de algún resfrío, sobretodo con sus hermanos diseminando bichos y virus por toda la casa, al menos espero que sea en un buen tiempo más y no antes del mes de vida.

1 de mayo de 2012

Entre teta y teta

Hace tres semanas que nació mi hijo y lo más difícil de este periodo ha sido poder organizar tiempos y horarios entre la lactancia y las mil y una cosas de la rutina diaria que uno tiene con los otros hijos y la casa.

Si bien este año escolar comenzó más relajado que el año pasado, mi hijo empezó a ir al Jardín durante las mañanas y mi hija ya no va a fonoaudiología (uf, tampoco he escrito sobre su alta definitiva) lo que me liberó dos tardes a la semana. La llegada de mi bebé vino a romper toda nuestra rutina.

La lactancia es a libre demanda, pero mi hijo es más bien ordenado para sus tomas, hay veces en que toma cada dos horas y otras cada 3 a 4 horas, cuando no está mamando está durmiendo, pero con un bebé no todos los días son iguales, hay días en que tengo que estar 100% dedicada a él y a la vez tratando de no descuidar a mis otros hijos. Por suerte la mayor parte del tiempo no es así.

Mis mañanas comienzan a las 6:30 am, a veces hay tiempo para ducharme temprano, otras veces lo debo hacer al regresar de dejar a mis hijos en la Escuela y el Jardín. Luego preparo a los niños, lavarlos, vestirlos y hacerles sus leches. Cuando esta mi mamá en casa (miércoles a viernes) me ayuda ella con mi hijo, otras veces lo hace mi marido, en un “día perfecto” durante todo este rato el bebé ha estado durmiendo. Con los niños listos, le doy pecho al bebé y luego parto rauda y un poco atrasada dejar a los niños.

La mañana se me pasa volando, entre amamantar, mudar, sacar chanchitos, desayunar, ya llegó la hora ir a buscar a mi hija al colegio y al rato parto a buscar a mi hijo. Así también, mi almuerzo nunca es antes de las 4 de la tarde o cuando pueda. Durante las tardes hay que preocuparse de las tareas escolares y si queda tiempo entre toma y toma de pecho, puedo ir con mis hijos a los juegos, otras veces va mi mamá. Mi mamá es de gran ayuda aunque eso implique discutir con ella mil veces al día, jeje.

Al llegar mi marido, la pega se aliviana un poco, entre los dos y a veces él solo, le damos la cena a los niños, los bañamos y acostamos, claro que todo lo anterior no es tan fácil como se lee, sobre todo cuando no quieren comer, bañarse o dormir y todo se vuelve un poco estresante. Al fin niños dormidos y bebé amamantado, logro comer algo ligero, ya son cerca de las 10:30 pm y mis ojos se están cerrando solitos.

De escribir el blog tan seguido como antes ni hablar, escribir en la noche es imposible sin empezar a cabecear, el cansancio me vence. Por lo mismo, ahora empecé a escribir en las mañanas, lo que ya me esta gustando.

Y así pasan mis días, poco a poco nos estamos adecuando a los nuevos horarios y reorganizando nuestra caótica rutina. Desde hace tres semanas y por bastante tiempo más mi vida será lo que transcurre entre teta y teta.