28 de marzo de 2012

Los terribles dos, con sus travesuras incluídas

De mi columna en Revista Carrusel
Los terribles dos llegaron con camas y petacas a esta casa y al parecer para quedarse por un buen tiempo. Siempre me dijeron que los niñitos eran más rebeldes que las niñas, más hiperactivos e indomables, si bien pensé que era una exageración, en el caso de mi hijo, ya con 2 años y medio, se cumple a cabalidad esa regla.

A veces creo que la palabra NO es totalmente incomprensible para él, o bien creerá que significa que lo haga mil veces más. Ni hablar de sus berrinches y pataletas, porque este niño salió tremendo actor, incluso superando a su hermana, sobretodo en los llantos con lágrimas incluidas y sin tiempo fijo de termino.

Ahora que ya empezó a asistir al Jardín Infantil, tengo la esperanza que vuelva tan cansado a casa, que nuestras tardes sean más apacibles y tranquilas, aunque debo confesar que me sorprende que su educadora me diga que es tan tranquilo y se porta tan bien, puf, seguro se confunde de niño pienso yo. Por supuesto veremos si en un par de semanas sigue opinando lo mismo, una vez que este pilluelo entre en confianza.

Cabe destacar que “los terribles dos”, vienen acompañados, en nuestro caso, de “terribles travesuras” que muchas veces rayan en lo peligroso, más que en lo gracioso. Como el tirar distintos objetos por el balcón de nuestro departamento (vivo en un piso 13, es decir, el impacto si le cae en la cabeza algo a una persona, desde esa altura, es fuertísimo), entre estos objetos se cuentan: tenedores, autos de juguete, pelotas de goma, Little People, calcetines, pinches, pan, jugo, monedas, etc. Claro los preferidos para él siempre serán los juguetes o cualquier cosa que le quite a su hermana.

¿Qué hacer? Pues no lo sé, para mi hijo no hay escarmiento que sirva, ni los retos, ni castigos, ni el razonamiento amoroso, etc. Todo lo que se puedan imaginar lo he intentado, no hay forma que entienda que es peligroso tirar cosas. Ya casi asumí que algún día tirará algo que matará a alguien y terminaré en la cárcel por un crimen que yo no cometí.

Otra de sus “travesuras” comunes, es jugar con agua en los baños o mejor dicho lavar con jabón no solo sus manos, sino cuanta cosa encuentre y que no debería mojarse. Su favorito es el control remoto de la televisión, incluso me asombra que aún funcione después de estar 10 minutos sumergido bajo el chorro de agua mezclado con jabón (me pregunto porque cuando mi IPhone cayó al agua no paso lo mismo), otros de sus predilectos son el papel higiénico y juguetes a pilas. Para esto, la solución más efectiva ha sido cerrar los baños con llave, claro que el problema se genera cuando alguien, y me incluyo, necesita ir al baño urgentemente, es en ese instante en que nunca sé donde dejé las llaves.

Como además, ahora mi hijo se cree grande, ha decidido ir al baño solito cuando quiere hacer pipí, para eso tiene un pequeño alzador al que sube para alcanzar el WC, el problema radica en que como aún no sabe muy bien direccionar su chorrito, la mayor parte del tiempo el baño queda regado de pipí por todos lados, incluida su ropa. Pero para coronar esta escena, ha agarrado la mágica costumbre de ocupar el aromatizador spray del baño como perfume, así que sé perfectamente cuando ha hecho alguna de sus “travesuras” en el baño, pues anda con un fresco olor a lavanda.

La verdad es que podría escribir planas y más planas de todas las embarraradas que se ha mandado mi hijo en este último tiempo, pero creo que una de las peores fue la de ayer, pues fue deliberadamente en contra de mi persona.

Como últimamente he andado más cansada y con mucho sueño (comprensible para mis 36 semanas de embarazo) en las tardes ya casi no vamos a los juegos infantiles con mis hijos, sino que nos quedamos en casa tirados en la cama viendo el dichoso Disney Junior, así aprovecho de dormitar un rato, que no pasa de los 15 minutos. En eso estamos ayer cuando de bruces desperté gracias a que mi amado hijo había rociado dentro de mi oído el desodorante ambiental!! Créanme que aún siento el olor a Lysoform, juraría que penetró hasta mi cerebro, hasta media sorda quedé un rato, jajaja, claro ahora me rio, pero cuando sucedió no me causo nada de risa.

Por lo que he estado pensando seriamente en poner todo lo medianamente, o mejor aún, lo casi nada peligroso, fuera del alcance de este travieso hijito que tengo. Porque ya estoy vislumbrando mi futuro como el de Lois, la mamá de Malcolm in the Midle, con un hijo internado en la Escuela Militar y yo casi loca antes de cumplir los 45.

26 de marzo de 2012

De virus express, ecografía y babyshower

Los últimos 4 días de la semana pasada terminaron muy intensos, para empezar entre el jueves y el viernes mis hijos fueron atacados por un virus express, como le llame por su corta duración, primero cayó mi hijo con vómitos y fiebre, y al otro día mi hija con los mismos síntomas, claramente el virus lo trajo mi hijo desde el Jardín, pues supe que el mismo día que mi hijo empezó con los síntomas, al menos seis compañeritos también enfermaron de lo mismo.

Nunca supimos a ciencia cierta que virus los ataco, pero mi hijo estuvo solo un día decaído y enfermo, ya al otro día andaba como si nada, ese día cayo su hermana aunque ella estuvo dos enferma, el primero con vómitos y fiebre y el segundo decaída y dolor de estomago. Así que los mantuve con una dieta liviana e hidratándoles todo el finde. Tampoco los llevamos al pediatra pues hable con ella por teléfono y me recomendó que si no los veía muy mal, mejor no los llevara, porque volverían a casa con más virus, pues la clínica estaba llena.

Al ver que no paso de un par de vómitos y fiebre que les bajo con paracetamol, decidí ir viendo como evolucionaban, si empeoraban o los síntomas no pasaban los tendríamos que llevar a urgencias, por suerte no paso a mayores y hoy están muy bien ya comiendo normal. Aunque debo reconocer que me asuste bastante porque mis hijos nunca se enferman del estomago, así que me sentí una primeriza sin saber como reaccionar y que hacer ante los vómitos y este virus. Muy por el contrario, ante cualquier enfermedad bronquial, otitis, resfríos y hasta una infección urinaria puedo decir que tengo un magister y soy una experta. Igual por precaución, hoy no mande a mi hija al colegio ni mi hijo al Jardín, pero ya mañana martes retoman su rutina.

En medio de todo este virus, el viernes tuve mi ultima ecografía, como dice mi marido: casi un mero tramite a estas alturas, pues con 36 semanas no es mucho lo que puedes ver de la carita del bebe, por la falta de espacio dentro de la panza, pero si sirvió para saber que sigue todo en orden, el bebé sigue de cabeza, pero aun muy alto, esta muy grande, pesa aproximadamente 3,650 grs. por lo que el ginecólogo cree que bordeara los 4 kilos al nacer, al igual que mi segundo hijo, jeje.

La próxima semana tengo cita con la matrona, por lo que desde ese momento, empezamos con la cuenta regresiva, y para que les voy a mentir, es lo que más deseo, cada día me siento más cansada, el dolor de espalda se ha incrementado al igual que la acidez, el bebé se mueve y patea como loco y mejor no hablar de vivir el día casi completo con su pie incrustado en mi costilla, jajaja, creo que él también desea salir pronto.

Por otro lado, el sábado tuve la celebración del Babyshower de mi hijo, el que organizaron con mucho amor y cariño mi hermana y mis primas (gracias preciosas!), salió todo muy lindo y entretenido, nos reímos un montón, fue emocionante estar con mis amigas, incluso algunas que hace tiempo no veía, y ver lo mucho que me quieren. Si bien faltaron muchas más que por diversos motivos no pudieron ir, la celebración fue perfecta. Muchas gracias a todas por sus lindos regalitos y las muestras de cariño hacia mí y mi bebé.

Bueno, y como para coronar esta semana tan agitada el domingo vivimos un fuerte temblor en la zona central de Chile, por lo que termine mi semana durmiendo vestida y casi con un pie bajo la cama lista para arrancar.

22 de marzo de 2012

34 semanas (algo atrasada)

Ando un poco atrasada, pues esto debería haberlo escrito hace dos semanas, pero estoy tratando de ponerme al día de a poco.

Como les había contado
aquí, antes de tomarnos nuestras vacaciones, en el control de las 28 semanas, el doctor me dijo que debía repetir el examen de glicemia, pues los resultados salieron muy en el límite del rango normal además en la ecografía, que me hizo ese mismo día, el bebé estaba un poquito grande para su edad, por eso quería descartar una Diabetes Gestacional.

Por lo que, apenas volví de la playa, partí a repetir ese tan desagradable examen y en el control de las 34 semanas lleve los resultados. Para tranquilidad nuestra los exámenes estaban muy bien, incluso mejor que los anteriores, por lo que mi ginecólogo descartó la Diabetes, me explicó que cuando los bebes son grandes a causa de la diabetes gestacional, los partos son un poquito más complicados.

Pero en este caso, mi bebé es grande porque yo y mi marido no somos bajos de estatura y mis hijos no han sido pequeños al nacer (mi hija pesó 3.850 grs y midió 51,5 cm y mi hijo pesó 3.980 grs y midió 51 cm). Así que no podemos esperar que el tercero sea un bebé pequeño, jeje.

Como en cada control, desde que quede embarazada, me recomendó cuidar mi peso, al menos en este embarazo he subido mucho menos que en los anteriores. El bebé sigue estando de cabeza, listo para el parto, y ya es difícil que cambie su posición, lo que me deja más tranquila.

Además como mis embarazos han sido de termino (de 40 y 39 semanas) es raro, aunque no imposible, que se adelante el parto, esto también me da tranquilidad, porque no me gustaría ir caminando por la calle y romper fuentes sin previo aviso, sobre todo pues aún me faltan cosas que comprar (como el coche y la sillita de auto) y algunos detalles que arreglar para la llegada del bebé.

Esta semana cumplí 36 semanas y será bien movida, el viernes tengo ecografía y seguramente empezaremos con los controles semanales con el ginecólogo y la matrona. Además, para el sábado esta programado el Babyshower que me estan organizando mi hermana y primas.

Ya no queda nada, y entré en la cuenta regresiva y para variar tengo la misma duda que las veces anteriores: ¿sabré cuando llegue el momento del parto? 

20 de marzo de 2012

La recuperación y post-operatorio

Si bien el Post-Operatorio de la cirugía de Fimosis que le hicieron a mi hijo no requería reposo absoluto ni cuidados demasiados extremos, igual había que tener ciertas precauciones como el evitar golpes en sus genitales, no andar en bicicleta y no más baño en piscina.

Por el mismo tema de la piscina, es que el verano se acabó para nosotros,  ya ese mismo fin de semana dejamos de ir a casa de mis padres, como lo hacemos todos los sábados y domingos, pues al tener piscina en su casa, es muy difícil hacerle entender a mi hijo que no puede bañarse, más aún con el calor infernal que hace aquí en Santiago.

Fuera de la piscina, lo que nos ha costado más es mantenerlo tranquilo sin estar saltando, loqueando y corriendo riesgo de golpes. Para ser sincera ha sido imposible, sigue brincando arriba de su papá como jugando a la lucha, salta del sillón al piso sin ningún cuidado, de la silla a la cama, o sobre su hermana, juro que se me llegan a parar los pelos de lo extremo y loco que es. Es por eso que decidí que hasta que el doctor no le diera el alta definitiva tendría que andar con pañales nuevamente, a fin de con eso amortiguar los golpes y caídas que sufriera.

Aunque a él no le gusto mucho la idea, pues cada vez que le ponía los pañales me decía que no, que él quería los calzoncillos y partía a su dormitorio a ponérselos, fue una lucha diaria, pero al fin comprendió.

Así el martes recién pasado, después de 4 días de la cirugía, tuvo el primer control post-operatorio. El doctor lo encontró muy bien, que tenía una buena cicatrización y los puntos que tenía se caerían solos (creo que son de los que absorbe el cuerpo). La única indicación fue una crema humectante por 10 días y un último control en esa fecha para darle su alta definitiva. También lo autorizo para volver al Jardín a partir del lunes (ayer), cosa que nos puso muy felices, pues era triste verlo quedarse en casa llorando y pidiendo ir a su Jardín, cuando en las mañanas llevaba a mi hija al colegio. En resumen, ya puede continuar con su vida normal, como si nada hubiese pasado.

Aunque pensé que el post operatorio sería más complicado, por el contrario, encuentre que fue relativamente fácil, lo importante que no se quejó de dolor ni molestias al orinar, lo que contribuyó a que su día en la clínica y la operación no fueran algo traumático para él.  Y por supuesto no puedo dejar de pensar y decir que definitivamente mi hijo es un valiente.

17 de marzo de 2012

La Cirugía

El viernes de la semana pasada fue un día extremadamente largo, después de un par de cambios de fechas al fin quedaba agendada para las 14:30 hrs la cirugía de mi hijo. Debíamos presentarnos en la clínica al mediodía para hacer el ingreso y papeleos correspondientes.

Una vez ingresados en la habitación, empezó el caos, pues nos entregaron una batita y calcetines para ponérselos, pero mi hijo no quería sacarse su ropa ni sus zapatos, gritaba y lloraba cual chucky o niño poseído. Tratamos con mi marido de calmarlo durante varios minutos, que para mi fueron horas, pero no lo logramos, además nosotros también estábamos nerviosos y muy tensos, por lo que tampoco irradiábamos tranquilidad. Por otro lado, a sus cortos 2 años y medio, mucho no podiamos explicarle, salvo que vendria el doctor al verlo, porque le encanta ir al doctor.

Después de unos 15 minutos de caos entraron las enfermeras con tickets y dibujos para calmarlo, le dijeron que iban a tomarle la temperatura, la presión, pesarlo y medirlo, y aunque no lo crean, al distraerlo de esa forma, mi chiquito se calmo.

Así comenzó nuestra espera para que lo vinieran a buscar y llevarlo a pabellón, ya habíamos decidido con mi marido que el acompañaría a mi hijo (solo un padre puede entrar con él), pues en mi estado y con lo sensible que yo estaba, no iba a soportar verlo en una camilla, con la mascarilla de anestesia y que al dormirse (desvanecerse en realidad) separarme de él y dejarlo en un pabellón lleno de desconocidos, ya había pasado por eso con la operación de mi hija hace un par de años, y de verdad es muy fuerte.

Alrededor de las 14:45 hrs. se fue en brazos de mi marido en la silla de ruedas, le di un gran abrazo y le dije cuanto lo amaba, me quede en la habitación sola y con un sentimiento de angustia y perdida terrible (sí, pueden decirme exagerada). Una hora más tarde llega mi marido a buscarme pues recién había empezado la cirugía, y debíamos estar en la sala de espera del pabellón, para que nos informaran del término de esta.

Cerca de las 6 de la tarde, aparece el doctor y nos cuenta que la cirugía había resultado muy bien, todo había salido como él esperaba, además había autorizado para las 22:00 hrs el alta. Nos dijo que dentro de un rato vendrían a buscar a mi marido para que al despertar mi hijo de la anestesia, lo primero que viera fuera a él.

Así transcurrieron otros 45 minutos antes de poder verlo salir acostadito en su camilla, venía muy tranquilo, me estiró su manito y se la tomé, no saben la tranquilidad que sentí al verlo tan bien. Mi marido luego me contó que no lo dejaban salir de la sala de recuperación porque el muy flojito seguía durmiendo muy relajado, solo cuando lo vieron bien despierto y preguntando por mí, le dieron el pase para volver a su habitación.

Una vez en la habitación pude regalonearlo, claro que no estaba de muy buen humor, pues pedía irse a la casa, sacarse la bata y la vía intravenosa del bracito, además estaba muerto de hambre, pues estaba en ayunas desde las 8 de la mañana, y ya eran las 7 de la tarde. Por suerte al rato le trajeron jalea, helado y yogurt para comer.

Lo bueno es que no se quejaba casi nada de dolor e hizo pipí en el baño, por lo que al ver su estado, el equipo medico de turno decidió adelantar su alta a las 21 hrs. Con indicaciones de analgésico y antiinflamatorio por tres días, reposo parcial y evitar golpes. Tan feliz estaba mi guatón de volver a casa que no quería ir en brazos, sino caminando, a lo que la enfermera accedió pero siempre y cuando caminara lentamente y de la mano de uno de nosotros para evitar una caída.

Una vez en nuestra casa, corrió a saludar a su Abu (mi mamá), que se había quedado con mi hija a cuidarla durante el día, y preguntaba como loco por su hermana, al darse cuenta que ella estaba durmiendo, quiso acostarse también, tomándose su leche se quedo dormido, agotado del día tan largo que le toco vivir.

Nosotros, si bien también estábamos cansados era el agotamiento sicológico y el desgaste anímico del día el que nos estaba pasando la cuenta, no teníamos ganas de contestar teléfonos, ni dar detalles, solo queríamos acostarnos y relajarnos. Estábamos felices que todo había salido muy bien, pues uno siempre tiene temor y piensa que lo peor puede ocurrir, por muy sencilla que sea la cirugía, es imposible evitar preocuparnos cuando algo afecta a nuestros hijos. Personalmente, me costó conciliar el sueño, pero creo que fue uno de los días en que mejor he dormido.

Quiero aprovechar de agradecer las muchas muestras de cariño y preocupación de muchos de ustedes, ya sea por los mensajes que me dejaban en Facebook, en Twitter y aquí en el Blog, además de los llamados telefónicos, de los cuales muchos no conteste, les pido disculpas. Me hicieron sentir muy acompañada y querida, un abrazo a tod@s y mil gracias!


PD: continuará con el post-operatorio…….

8 de marzo de 2012

Primer Día en el Jardín Infantil

El año pasado, con mi marido, tomamos la decisión de que mi hijo este año debía ingresar al Jardín Infantil, esta vez muy al contrario de lo que pasó con mi hija y la búsqueda de un Jardín para ella, habíamos optado por ponerlo en uno más cerca de nuestra casa y por recomendación de muchas otras mamas del condominio donde vivo, llegamos al Jardín donde fue matriculado en diciembre pasado, nos tranquilizó el no haber escuchado nada malo sobre él, además que todas esas mamás estaban muy conformes con tener a sus hijos ahí.

Su primer día estaba programado para el 1 de marzo, pero luego tuvimos que retrasar su entrada, pues nos programaron para el 5 de marzo su cirugía, lo que significaba, posponer su primer día hasta mediados de marzo. Pero en vista de que la cirugía fue suspendida y sin tener una nueva fecha para ella, pues el mes de marzo estaba copado en la clínica, decidimos enviarlo al Jardín hasta que nos confirmaran una nueva fecha para la intervención.

Fue así que ayer miércoles, dio su gran paso para el principio de la emancipación del yugo materno, jeje. Por supuesto él iba feliz, muy lindo y agrandado con su mochila salió de casa.

Una vez en el Jardín, para llegar a su sala, hay que pasar por el patio que esta lleno de juegos y su primer comentario fue: “guaaaauuuu”, le pregunte si le gusto, y me dice: “Tiii, lino”, léase “Sí, lindo”, nos salió a recibir su Educadora, la “Tía S”, muy amorosa, como siempre es ella, pero mi hijo se agarró a mi pierna y bajo la cabeza, en ese momento pensé que no sería tan fácil dejarlo.

En nada ayudo, el que hubiera un niñito llorando a todo pulmón dentro de su sala, creo que eso asusto a mi hijo, así que le pregunté si quería conocer el baño que era chiquito para él, asintió con la cabeza y lo llevé, así también darle tiempo a las Tías para que calmaran al otro niño. Nuevamente en el baño su exclamación de asombro y su “liiiiinoooo”.

Al volver a la sala, el niño ya estaba calmado así que logramos que mi hijo entrara y se sentara en una mesa junto a otros niños, claro que tenia una carita de pena, me tiraba de la mano para que me quedara con él. Le explique que se quedaría con sus nuevos amiguitos, igual que su hermana en el colegio, y que mamá vendría luego a buscarlo. Si bien no quería soltarme, la Tía S lo tomo en brazos, le dijo vamos a jugar, le di un beso diciéndole adiós, él me miro con sus ojitos de pena y me fui.

No quise ni mirar hacia atrás, pero no sentí ni un llanto de él, eso me tranquilizo en cierta forma, aunque mi corazón estaba oprimido por dejarlo y separarme de él, aunque debo reconocer que fue mucho más fácil que la primera vez que deje mi hija en el Jardín, pues se quedo llorando, por lo mismo lloré todo el camino de regreso a casa.

Otra cosa que me tranquilizo mucho, fue el conocer de antes a la Tía S, pues ella también ha sido BabySitter de mis hijos en dos oportunidades y también de otros niñitos del condominio donde vivo, por lo que sé que es un amor con los niños y preocupada por ellos. Me dijo que no me preocupara en llamarla para saber como estaba mi hijo y que ellos nos llamarían si había algún problema.

Por supuesto, a media mañana ya estaba llamando por teléfono, me contaron que NO había llorado, que estaba alegre y entusiasmado, que mi hijo estaba muy bien.

No sé si seré muy mala madre, pero después de ese llamado, decidí dejarlo hasta el fin de su jornada, a muchos niños los dejan solo un par de horas el primer día de Jardín. Cuando llegué a buscarlo, lo vi tan feliz, se notaba que lo había pasado muy bien, me abrazo y dio un beso, luego se despidió de beso de la Tía S, ella le pregunto si vendría mañana, “tï” respondió mi hijo, la Tía me contó que había estado muy bien, que durmió un rato siesta y se comió toda la comida, que si bien era un poco inquieto, nada en comparación con otros niños, jeje, pobre… no sabe lo que le espera cuando entre en confianza.

En resumen, según lo que me contó su educadora, fue un excelente primer día, se adaptó muy bien, participó en las actividades y compartió con sus compañeros. Obviamente interrogué a mi hijo, y dentro de lo que puede expresarse, le gusto mucho, y quería volver.

Hoy se despertó muy entusiasmado “mamo a jayin” (vamos al jardín) me dijo. Si bien nuevamente al llegar al Jardín quería que me quedara con él, esta vez no puso cara de pena y entro inmediatamente a su sala. Al ir a buscarlo me tenia una flor de regalo, por el día de la mujer, y se despidió con un “ata manana” de las Tías.

Lastima que mañana no podrá ir, pues mientras terminaba de escribir este post, me llamo la Arsenalera del doctor confirmando que mañana viernes a las 14:30 hrs. existía un cupo para programar la cirugía de mi hijo, por supuesto acepte de inmediato, no puedo arriesgarme a dejar pasar el tiempo, y se junte con el nacimiento de su hermanito, así puedo prestarle todos los cuidados del post operatorio de la mejor manera.

Ya les contaré como salió todo, pero ya se pueden imaginar el nerviosismo y angustia que estoy sintiendo, creo que mañana será un día muuuuy largo.

¡Ni pasivas! ¡Ni sumisas!

 


Para la madre, abuela, hija, trabajadora fuera del hogar, trabajadora dentro de él y para cada MUJER que día a día lucha por su familia y un mundo mejor. No olvidemos jamás dejar expresar lo que sentimos y hacer respetar nuestros derechos....

¡Feliz Día de la Mujer!



Mujeres
(Silvio Rodriguez)

Me estremeció la mujer que empinaba sus hijos
hacia la estrella de aquella otra madre mayor
y como los recogía del polvo teñido
para enterrarlos debajo de su corazón.
 
Me estremeció la mujer del poeta, el caudillo,
siempre a la sombra y llenando un espacio vital,
me estremeció la mujer que incendiaba los trillos
de la melena invencible de aquel alemán.
 
Me estremeció la muchacha hija de aquel feroz continente
que se marcho de su casa para otra, de toda la gente.
 
Me han estremecido un montón de mujeres,
mujeres de fuego, mujeres de nieve.

Pero lo que me ha estremecido hasta perder casi el sentido
lo que a mi mas me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija, son tus ojitos divinos.
 
Pero lo que me ha estremecido, hasta perder casi el sentido
lo que a mi mas me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija, son tus ojitos divinos.
 
Me estremeció la mujer que parió once hijos
en el tiempo de la harina y un kilo de pan
y los miro endurecerse mascando carijos,
me estremeció porque era mi abuela, además.
 
Me estremecieron mujeres que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante.
Me han estremecido...


PD: Mi regalo para todas ustedes, por ello puedes colgar esta foto en tu blog y regalarlo a otras mujeres... un beso

6 de marzo de 2012

Comienzo del año


Para mi, oficialmente, el año comienza en marzo, enero y febrero son sólo un recreo de la rutina del año. Ayer comenzó el nuestro, partió un nuevo año escolar para mi hija, quien estaba feliz de ir a clases, quería reencontrarse con sus amigas, conocer su sala nueva y hacer tareas, veremos cuantos años más le dura esto de querer hacer tareas.

Como les había anticipado, la semana pasada no fue para nada tranquila. Fuera de hacer todas las compras escolares, con lo que implicaba hacerlas a última hora, también realizamos los exámenes médicos de mi hijo y míos, además a media semana se efectuó  el matrimonio de la hermana de mi marido. Por lo que la semana fue todo un correr de aquí para allá.

Esta semana tampoco se veía muy tranquila, sobre todo el día lunes, ayer, se suponía era la cirugía de mi hijo, por lo que tendríamos que dividirnos con mi marido, uno acompañar a mi hija a su primer día de clases y el otro en la clínica con mi hijo. Pero el sábado nos avisaron que suspendían la cirugía para la próxima semana, aún no sé que día exactamente.

Creo que ayer me paso la cuenta la ansiedad, estrés y cansancio de la semana pasada, pues pase pésima noche y amanecí con un fuerte dolor de estomago, mareos y sudor frio, tuve que quedarme en casa, lo que significo no poder acompañar a mi hija al colegio. Aunque debo reconocer que aún no me siento 100% repuesta, por mi me quedaría todo el día descansando en cama, pero  sé que no puedo hacerlo, aun hay cosas pendientes para esta semana y las venideras.

Por ejemplo, debo preparar todo para la llegada del bebé, pues aunque no lo crean no le he comprado nada, es decir, si en este momento se le ocurriese nacer no tendría con que vestirlo, claro que siempre esta la alternativa de pasar a comprarle algo camino a la clínica, total no creo que a los de la tienda les importe atender a una embarazada con contracciones gritando como loca de dolor, jajaja.

Tampoco tengo coche, el que tenían mis hijos lo vendí pues lo encontraba muy grande, por lo que debo comprarme uno más compacto, tampoco tengo moisés ni cuna, ambos los tengo prestado, ni sillita de auto, uf, creo que debo ponerme las pilas y preparar todo. Recuerdo que con los dos anteriores a la semana 32, ahora tengo 34, ya tenia lista la maleta que llevaría a la clínica.

El jueves también tengo control con el doctor, le llevaré los resultados de los exámenes de glucosa que mando a repetir, espero estén bien, según lo que leí en los resultados estoy dentro del rango normal, pero veremos que dice el doc. Lo malo es que tendré que atravesar toda la ciudad para llegar a la consulta, pues no tenia horas disponibles en la clínica que siempre me atiende, que esta a 5 minutos de mi casa, sino en otra, que esta en la punta del cerro, y no es chiste.

Así que como pueden ver, esta semana tampoco será muy relajada. Por el momento me interesa saber que día será la cirugía de mi hijo, pues he estado posponiendo su ingreso al Jardín Infantil hasta después que lo operen, pero si esta es a mediados o finales de la próxima semana, estoy pensarlo en llevarlo mañana hasta el día de la cirugía, pues sin su hermana en las mañanas se aburre mucho y hoy ya me dijo: “mamo al coyeco” (vamos al colegio).

Para que vean que ser mamá no es nada fácil, menos ser mamá de dos, y no quiero ni pensar lo que será serlo de tres. Por eso siempre me pregunto como lo harán esas madres que trabajan todo el día o bien nuestras abuelas que tenían mínimo 5 hijos. Bueno, pero eso da para un post completito.